spot_img
17.3 C
Morelia
viernes, agosto 1, 2025

MORENASÍ ROBÓ, SÍ MINTIÓ Y SÍ ENGAÑÓ

Todos los hombres nacen iguales, pero esa es la última vez que lo son

Abraham Lincoln (1809-1965) Presidente de Estados Unidos

 

jaimelopezNadie, ni el más ingenuo, puede decirse sorprendido por lo aterradoramente sucia que ha sido la elección para consejeros nacionales de Morena, en todo el país.

Es lo menos que podía esperarse en un movimiento que, contrario a lo que muchos argumentan, sí tiene pies y cabeza. Los pies, su cimiento, es lo más arcaico y rudimentario del priísmo histórico, el de los cochupos, el de la transa, el del embuste. Y sí tiene cabeza: Andrés Manuel López Obrador, que no conoce límites para conseguir sus objetivos.

¿Por qué tendría que ser diferente Morena al PRI y al PRD, si de ahí viene, de ahí surge, de ahí se nutre, comenzando por el propio López Obrador? Solo que Morena es una versión más radicalizada, más extrema, pero también más cínica: sin pudor, sin recato alguno nadie trata siquiera de matizar, de ocultar lo obsceno del proceso de selección de consejeros. Priístas y perredistas, en su momento, medio trataban de taparle el ojo al macho, hacían esfuerzos por maniobrar turbiamente pero no a los ojos de todo mundo. Casi nunca lo lograron, ciertamente. Hoy, Morena ni siquiera ese esfuerzo realiza. Llegó al cinismo en su magno esplendor.

En todo caso, se esgrimirá, es un asunto interno del morenismo. Eso es cierto, y desde afuera poco debiera importar, de no ser porque, como partido en el poder, está empecinado en desaparecer al INE antes de las elecciones del 24, para que éstas sean organizadas por “el pueblo”, sí, el mismo pueblo que este fin de semana demostró cómo sería el proceso para elegir al próximo presidente. Por algo, López Obrador se ha metido entre ceja y ceja la obsesión de sacar de la jugada al INE y que “su” pueblo, el bueno y sabio, organice las elecciones a través de consejeros electorales designados por aquel, por el pueblo.

Si no robar, no mentir y no engañar es supuestamente la premisa en Morena, es claro que este fin de semana robó, mintió y engañó. Robó urnas, mintió que el proceso sería limpio y engañó a su propia militancia alterando resultados. Imposible le resulta ocultar el ADN priísta, el ADN de la trampa, el ADN con el que proyecta las elecciones del 24. Sobre aviso, no hay engaño…y a la pesadilla le quedan todavía 792 días. Twitter @jaimelopezmtz

Noticias Recientes
spot_img
Noticias Relacionadas