Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo
Abraham Lincoln (1809-1865) Presidente de Estaros Unidos
La llamada Asamblea Estatal de Bases de Morena, se engalla y advierte a Alfredo Ramírez Bedolla su desacuerdo con el que parece será su gabinete.
En voz de su dirigente, Martín López Ortíz, esa agrupación morenista le restrega este martes al gobernador electo: «no hay perfiles de izquierda» y el gabinete «se parece más bien al que se va», en alusión al de Silvano Aureoles. Dijo no aceptar perfiles «reciclados» ni que sean producto de presiones o cuotas políticas.
Desde luego el señor López Ortíz y su agrupación están en todo su derecho de formular las recomendaciones que consideren pertinentes a Ramírez Bedolla, pero éste igual lo está en armar su gabinete como suponga que debe hacerlo.
El gobernador electo ha enviado señales de que está realizando un esfuerzo por encontrar el equilibrio, en la conformación de su gabinete, entre perfiles estrictamente suyos, sean o no morenistas, y otros con los que evidentemente debe cumplir compromisos políticos, igual dentro y fuera de Morena. Podrá atinar o no en la búsqueda de los perfiles idóneos, y en todo caso le repercutirán directamente a él para bien o para mal, pero debe ser su decisión, tomada con la mayor libertad posible.
Que esa llamada Asamblea Estatal de Bases le formule su rechazo al presunto gabinete a Ramírez Bedolla, más parece un amago o chantaje como para levantar la mano en señal de exigencia por ser tomada en cuenta a la hora de la repartición del pastel.
Es de esperarse que el gobernador electo tenga la entereza y la habilidad para no ceder a la presión de las supuestas bases de su partido, que seguramente se sienten las únicas que representan a «la izquierda», lo que sea que entiendan por el concepto. Nada sana sería la señal que enviaría Ramírez Bedolla si cediera a tal chantaje morenista, dado que no debe olvidar que el que pega primero, pega dos veces. Veremos.
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