La filosofía personal no se expresa mejor en las palabras, sino en las elecciones que uno hace; las decisiones que tomamos son, en última instancia, responsabilidad nuestra
Eleonor Roosevelt (1884-1962) Ex primera dama de Estados Unidos
Tras una serie de actitudes titubeantes, el alcalde Raúl Morón envió este jueves una señal francamente alentadora: no está dispuesto a mantener las condiciones de privilegio (leoninas, para hablar con propiedad) de los trabajadores del Ooapas.
Morón fue enfático en calificar como privilegios insostenibles los que gozan los sindicalizados del organismo, y por ende en alertar que ese escenario debe modificarse.
La posición del edil cobra particular relevancia, por dos razones fundamentales: una, porque en este momento se llevan a cabo negociaciones con la dirigencia sindical del Ooapas, y dos, porque el perfil histórico del propio Morón, como líder sindical también, pudiera hacer pensar que le obligaría a ser consecuente con las absurdas demandas de los trabajadores de la paramunicipal, y a ceder antes ellos.
Afortunadamente, Morón ha enviado una señal que si bien debe poner nervioso al sindicato del Ooapas, en cambio es de tranquilidad para la opinión pública, al dejar en claro que los privilegios de los agremiados deben ser cancelados, porque vuelven inviable al organismo.
El alcalde dice confiar en la sensibilidad de los dirigentes sindicales para que entiendan la realidad; creo que ahí sí se equivoca: aquellos se manejan con una voracidad depredadora que no conoce límites. Morón debe estar consciente de que difícilmente los sindicalizados cederán en sus privilegios, y por tanto que será menester un manotazo en la mesa para imponer nuevas reglas del juego por parte de la autoridad.
Hace algunos días, el propio Morón había reconocido que es injusto que haya empleados municipales que tengan salarios tan equidistantes. Se refiere a una realidad que aquí hemos subrayado durante mucho tiempo: una secretaria de cualquier oficina municipal gana, en promedio, 8 mil pesos al mes. Una secretaria del Ooapas gana entre 18 y 21 mil pesos, es decir, casi hasta tres veces más, cuando el patrón es el mismo.
Morón habla de la justicia que debe haber en los niveles salariales de todos los empleados municipales, y tiene razón. El problema es que si lo que se pretende es que todos aquellos perciban lo mismo, lo único viable es reducir el salario de los trabajadores del Ooapas, o al menos disminuir notablemente sus prestaciones, casi todas irracionales.
Como sea, es plausible que el alcalde haya asumido esa postura, realista, congruente, alejada de demagogia y populismo. Ojalá no la varíe, ojalá no se doble por la presión y el chantaje que el sindicato del Ooapas seguro le aplicará. Veremos.