Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos, por hacer lo posible, imposible
Bertrand Ruseell (1872-1970). Escritor británico
No es fácil de entender por qué Raúl Morón parece hacer todo lo posible por impedir que Fabiola Alanís ocupe el escaño en el Senado que dejó vacante con su separación para venir a jugar como candidato a la alcaldía moreliana por Morena.
En teoría, el asunto sería de relativa facilidad en su solución: Morón es senador porque encabezó la fórmula que quedó en segundo lugar en las elecciones de 2012, en las que los priístas Ascención Orihuela y Rocío Pineda ganaron. Como se sabe, la ley permite que no solo los integrantes de la fórmula ganadora entren directo al Senado, sino también el que encabece la que quede en segundo lugar. Fue el caso de Morón, no así de Fabiola Alanís, que completaba dicha fórmula.
Al pedir Morón permiso para ausentarse de su cargo en el Senado, para competir por la alcaldía moreliana, tocaría a su suplente ocupar la vacante, pero éste murió hace un par de años. La Constitución marca que en ese excepcional caso, debe ser llamado quien hubiera sido el acompañante de la fórmula que quedó en segundo lugar, en este caso Alanís.
No tiene mucha ciencia el asunto, pero Morón ha movido todo lo que está a su alcance para evitar la llegada de Alanís, y hasta ahora, pese a que con ello se viola la Carta Magna, lo ha logrado.
Morón ha argumentado que sólo estará un corto tiempo fuera del Senado, mientras dura la elección; es decir, da por hecho que no ganará la alcaldía, lo cual ciertamente lo sabe todo mundo, pero ello hace surgir la pregunta: ¿para qué se separó entonces, si está consciente de que es prácticamente imposible su triunfo?
Y si por el contrario, confía en ganar, entonces no debiera tener problema en olvidar en definitiva el Senado.
Me parece que sólo caben dos posibles explicaciones para entender por qué maniobra para evitar que llegue Alanís: una, de corte político, porque ella iría a incorporarse a la bancada del PRD, y no hay que olvidar que Morón dio la espalda a ese partido –gracias al cual llegó al Senado-, para hacer lo que está haciendo todo mundo en el PRD, subirse al tren de Morena, al que obviamente le ven más futuro y que por ende las garantiza mantenerse en el poder. Y dos, que Morón quiera asegurarse el bono con el que suelen despedirse los senadores al concluir la gestión, y que suele ser bastante jugoso, pero que se da a los que al final están en activo, no con permiso. Inmoral y todo, pero el bono está más vigente que nunca y nadie le hace el feo.
Quiero pensar que su maniobra para cerrarle el paso a Fabiola Alanís tiene que ver con su preocupación de no debilitar a la bancada de Morena en el Senado y, en consecuencia, fortalecer la perredista. Quiero pensar eso, pero….
jaimelopezmartinez@
