El periodismo o es libre, o es una farsa
Rodolfo Walsh (1927-?) Periodista argentino desaparecido por la dictadura militar en 1977
Por salud social, es sano no ver en todos lados moros con tranchete.
Viene a cuento la reflexión, por la actitud mostrada por algunos colegas periodistas, luego de que la jerarquía católica moreliana anunciara a mediados de la semana anterior, que la misa de las 9 de la mañana de este domingo en Catedral, sería para pedir por el descanso eterno del periodista Salvador Adame Pardo.
Fueron varios los comunicadores que mostraron su sorpresa, y en muchos casos incluso su ira, ante el anuncio del obispado. Ello, en la lógica de que la familia de Adame ha pedido que se realice una segunda prueba científica de ADN a los restos humanos encontrados por la Policía y que, de acuerdo a la primera prueba oficial de la Procuraduría General de Justicia del Estado, corresponden a los del periodista desaparecido en Nueva Italia a fines de mayo anterior.
Desde luego es válido y justificado que la familia demande esa segunda prueba a manera de corroboración. De hecho, se hará, si no es que ya se realizó en las últimas horas. Pero oficialmente, en este momento Adame ha muerto y en la lógica rutinaria de la Iglesia Católica, procede pedir por su eterno descanso. La Iglesia no actúa de mala fe ni busca montarse en el caso para cobrar notoriedad, como más de algún colega llegó a sugerir la semana pasada, cuando se anunció la misa dominical con ese motivo.
Tengamos o no esa creencia religiosa, o no tengamos ninguna, y por más indignados que, ahí sí, con justificación estemos los periodistas por el asesinato de Adame, tampoco podemos ver moros con tranchete en cada esquina. La sensibilidad está ciertamente a flor de piel, pero eso no debe cegarnos y suponer que hoy todo mundo busca sacar raja de la tragedia por el asesinato de Adame.
Una buena dosis de frialdad, de mesura y de objetividad, vendría bien en este momento al gremio periodístico michoacano. Vaya, ya ni siquiera la familia de Adame, la que más que nadie tendría motivos para el sufrimiento y la indignación, reacciona tan airada como lo hacen algunos colegas, para los que todo lo que no se ajuste a la lógica de que Adame fue privado de la vida por sus actividades periodísticas y que no hay que dar por cierto el estudio de ADN sólo porque lo realizó la Procuraduría de Justicia michoacana, hay que desecharlo, porque es parte de un complot anti prensa.
Repito, aunque no lo parezca, no todo mundo obra de mala fe.
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