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sábado, julio 12, 2025

NICOLAITAS “AGRAVIADOS”

Las raíces de la educación son amargas, pero la fruta es dulce

Aristóteles (384-322 AC) Filósofo griego

 

jaimelopezLos nicolaitas, a más de irresponsables, ahora nos resultan “sentiditos” y se dicen ofendidos: Julio Vargas, director de Planeación de la Universidad Michoacana, califica de “grave”, que la institución sea condicionada por el Gobierno Federal a cumplir una serie de requisitos, para tener acceso a recursos extraordinarios.

Pues no, no es grave, es normal que así sea. El problema es que la llamada Casa de Hidalgo está mal acostumbrada a que sin cumplir ningún requisito, sin responsabilidad de por medio, con solo chantajear y estirar la mano, los gobiernos federal y estatal siempre le autorizan el dinero extra que cada  año exige.

Ahora, ya se sabe, el Gobierno Federal, a través de las secretarías de Hacienda y Educación Pública, le advirtieron al rector que a partir de este año, si la Universidad pretende recursos financieros al margen de los autorizados presupuestalmente, deberá antes cumplir una serie de requisitos, entre los cuales el más importante, y sin duda el más difícil de cumplir, es la modificación de su régimen de jubilaciones y pensiones.

Ojo, la advertencia en ese sentido fue en enero y resulta que llegamos ya al quinto mes del año y no es hora que la Universidad siquiera haya comenzado con los trámites para cumplir dicha disposición. Eso sí, don Julio Vargas, que claramente habla por la comunidad nicolaita en pleno, pone el grito en el cielo: ¿cómo es posible que se condicione el recurso extraordinario a la institución?

El recurso presupuestal que tanto la Federación como el Estado están obligados a disponer para todo el año a la Universidad, están debidamente asegurados, se va entregando mes con mes por ambos niveles gubernamentales con toda puntualidad. Pero de ahí en fuera, cualquier otro recurso ya no hay ninguna obligación gubernamental de entregarse, ya queda sujeto a disponibilidad financiera y sin duda, política. ¿Y entonces cuál es el problema?, pues que la Universidad, a sabiendas de lo que dispone para el año, gasta un 30 por ciento más, confiada en que a fin de cuentas siempre saldrán en su auxilio o la Federación o el Estado, o ambos, como efectivamente así ha acontecido hasta ahora. Pero ese déficit no es producto de inversiones en laboratorios, en bibliotecas, en mejora curricular, sino en las leoninas condiciones laborales a sus sindicalizados, con un sinfín de bonos y prestaciones absurdas, así como en los súper sueldos de su obesa planta directiva.

Y tan segura está la comunidad nicolaita de ello, que intencionalmente no ha iniciado el proceso que eventualmente le debiera llevar a reformar su régimen de jubilaciones y pensiones, que no significa otra cosa que los empleados y maestros aporten parte de su salario al fondo.

Es de esperarse que Hacienda y SEP no cedan y si la Michoacana no cumplió el requisito, pues ni hablar, que se rasque con sus propias uñas el fin de año. Y ya ni hablar del gobierno estatal, al que ni siquiera se buscará, porque éste está para que lo rescaten, no para rescatar a nadie. Veremos.

jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

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