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martes, agosto 5, 2025

NORMALES: ES AHORA O NUNCA PARA BEDOLLA

El miedo es la principal fuente de superstición y una de las principales fuentes de crueldad; vencer el miedo es el principio de la sabiduría

Bertrand Russell (1872-1970) Filósofo británico

 

jaimelopezAlfredo Ramírez Bedolla hace bien en mantenerse firme y no ceder ante la presión y el chantaje del cártel normalista, que exige auténticas barbaridades: plazas automáticas para egresados y anulación del examen de Ceneval para aspirantes a nuevo ingreso.

Pero no solo eso: el gobernador debe tomar la decisión de cerrar esos planteles. Al menos los tres últimos antecesores han valorado esa posibilidad, analizado pros y contras, pero invariablemente han terminado temblándoles las rodillas y han preferido volver la mirada a otro lado. Ramírez Bedolla debe dejar huella como gobernante, y una fundamental sería esa.

Silvano Aureoles en particular valoró buena parte de su administración el cierre al menos de las normales más conflictivas, las de Tiripetío y Arteaga. Nunca se animó. Cuando más cerca estaba de la decisión, ya era muy avanzado su gobierno y las condiciones de fuerza y legitimidad habían menguado. Por eso, Bedolla debiera aprovechar el envión democrático del arranque de su sexenio, para ir por una decisión que en verdad serviría a Michoacán.

El gobernador sabe que si se cierran las normales digamos unos cinco años, no pasaría absolutamente nada en términos de cobertura magisterial, porque personal en ese campo hay de sobra. No cargarle a las alicaídas finanzas estatales cada año casi dos mil plazas nuevas que, repito, no se ocupan, sería oxígeno puro, amén de que en lo social se asestaría un golpe contundente a la ingobernabilidad y el caos que generan esos planteles, infiltrados, por si fuera poco, por la criminalidad.

El mandatario debe entender que las normales michoacanas no son ya escuelas generadoras de maestros, sino de delincuentes en el sentido más estricto del término. Delincuentes, por si fuera poco, a los que hay que mantener con nuestros impuestos. Queda claro que ello va en contra de la política demagógica del presidente López Obrador, pero Bedolla debe poner por delante el interés michoacano.

Un eventual cierre de esos inmuebles produciría, sí, reacciones violentas un tiempo. Se esfumarán cuando se vea que la decisión es irreversible. En el estado de Hidalgo hace una década el gobierno cerró la Normal de Mexe, tanto o más combativa y delictiva que las michoacanas, y no pasó nada.

Es cosa de decisión. Es el momento justo para que el gobernador tome una determinación que recibirá el aplauso generalizado. Entre más avance su administración, una medida así se va complicando, porque la dupla normalistas-Cnte va midiendo a cada gobernador e invariablemente lo van minando. Bedolla no debe permitir que eso vuelva a suceder. Es ahora o nunca.

twitter@jaimelopezmtz

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