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sábado, julio 12, 2025

OOAPAS, UNA HISTORIA DE ABUSOS

Podemos detenernos ascendiendo, muy difícilmente descendiendo

Napoleón Bonaparte (1769-1821) Emperador francés

 

jaimelopezLos contratos colectivos que han signado las autoridades del Ooapas con su sindicato, a lo largo de su historia, han sido un modelo de inmoralidad e irresponsabilidad, y hoy lo está comprobando la administración municipal que, hay que reconocerlo, pretende aplicar un mínimo de medidas racionales para contener el salvaje gasto en el organismo, pero el alcalde Raúl Morón y Gabriel Prado, secretario de Administración, se están topando con pared en ese intento.

Prado negoció con la mafiosa dirigencia sindical del organismo, a principios de año, una serie de medidas para contener el impresionante gasto por concepto de nómina, que incluye bonos y prestaciones leoninas e inmorales para los empleados, como el pago de impuestos a cargo del presupuesto, el no cobro del servicio de agua, premios por puntualidad, cobertura de seguros individuales, entre otros muchos, a cual más abusivos. A ello habría que añadir la joya de la corona: los trabajadores del Ooapas ganan en promedio el triple que los demás del Municipio, cuando tienen el mismo patrón. Y habría que añadir la corrupción que históricamente se ha presentado con la venta de plazas, que volvió multimillonarios a los dirigentes sindicales a lo largo de los años.

Todo ello volvió insostenible la situación financiera del organismo, a grado tal que ya el ex alcalde Alfonso Martínez pretendió declarar su quiebra; no lo logró porque el sindicato se fue a huelga, ilegal, pero huelga. Al llegar Morón, entendió la imposibilidad de mantener la misma inercia de bonos, prestaciones y salarios y ordenó a Prado negociar con el sindicato la reducción de algunos de esos apartados.

Entre otras cosas, Prado logró pactar liquidaciones anticipadas a las que voluntariamente se acogieran los empleados, bajo la certeza de que con todo y el gasto enorme que significaría liquidar conforme a derecho a quienes optaran por esa vía, aun así sería mejor a mantener más tiempo una nómina de alrededor de 700 empleados, cuando en realidad se ocupan apenas la mitad. Ciertamente tiene lógica financiera la estrategia de Prado.

Setenta de los empleados aceptaron la liquidación anticipada, pero ahora resulta que a cada uno, en promedio, hay que liquidarlo con la friolera de ¡un millón de pesos! Una locura, que refleja el nivel salarial y de bonos y prestaciones verdaderamente irresponsable que pactaron en el transcurso de los años la dirección del Ooapas y el mafioso sindicato.

Son demenciales esos montos, pero hoy tendrá que pagarlos la Comuna si quiere avanzar en la contención del gasto del Ooapas. Es el mal menor, pero ojalá al menos sirva el caso como ejemplo nefasto de lo que es despacharse con la cuchara grande cuando se amafian funcionarios y líderes sindicales, a cual más de corruptos.

jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz

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