Para el que nada tiene, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad
Miguel Delibes (1920-2010) Novelista español
La propuesta del gobernador Ramírez Bedolla para que en el presupuesto de ingresos del próximo año se incluya el reemplacamiento vehicular, tiene entrampado al Congreso del Estado; empero, me parece que con voluntad de ambas partes, gobierno y Morena, por una, y oposición por la otra, bien puede encontrarse una salida equilibrada y justa.
Veamos: hay el convencimiento generalizado de que el gobierno requiere recursos por su insolvencia heredada, pero también lo hay de que las cargas impositivas deben ser proporcionales, nunca aplicadas a tabla rasa.
Así las cosas, ¿porqué no ajustar la iniciativa del reemplacamiento a un principio de proporcionalidad? Que se aplique con algunos parámetros elementales que lo vuelvan más justo y por ende pueda transitar con mayor fluidez tanto en el Congreso como en la opinión pública.
Uno, que se pague en función del valor del vehículo. Dos, los propietarios cumplidos, aquellos que van al día con sus compromisos fiscales en torno a la posesión de su unidad, placas, engomado, etcétera, paguen un porcentaje menor, precisamente para premiar su responsabilidad y puntualidad. Tres, que se exente del reemplacamiento a quienes hayan adquirido un vehículo nuevo durante el último año, dado que obviamente ya pagaron por placas nuevas en automático, y es injusto que vuelvan a hacerlo.
Estas, y algunas medidas más orientadas en la misma lógica de volver más justo el polémico reemplacamiento, pueden adoptar los diputados, con lo que encontrarían un punto de equilibrio más razonable, y podrían cumplir los objetivos fundamentales: el gobierno del estado recaudará un recurso con el que no contaba, cierto, en menor medida a los 1,450 millones de pesos contemplados en el presupuesto, pero que claramente le serán de utilidad; se cumplirá la arista de control por razones de seguridad al actualizar placas los propietarios de vehículos y, lo más importante, la carga impositiva será aplicada con principios de proporcionalidad y justicia: que pague más el que más tenga, pero también que se premie a los propietarios cumplidos.
Así, el gobierno tendría que ceder, lo mismo que la oposición, porque se trata de llegar a un punto flexible. No hacerlo por cualquiera de las partes, implicaría una necedad peligrosa. Cristian Gutiérrez me compartió la esencia de estas propuestas, que me parecen absolutamente válidas. Veremos ahora qué tanta capacidad de negociación y qué tanta sensibilidad social tiene gobierno y diputados. La salida ahí la tienen. twitter @jaimelopezmtz