Vota por aquel que prometa menos: será el que menos te decepciones
Bernard M. Baruch (1870-1965) Asesor presidencial de Estados Unidos
Si había alguna forma de ser contendientes serios en la búsqueda de la alcaldía moreliana, para perredistas y panistas, era en matrimonio. Divorciados, como ahora irán, las posibilidades de ambos se reducen notoriamente.
Carlos Quintana, el panista, lo reconoció en charla informal apenas la semana pasada con un grupo de periodistas y políticos, mesa de dominó de por medio: la clave para tener posibilidades en Morelia, era ir en alianza con el PRD. “Yo solo, estoy consciente de que me gana Alfonso”, dijo casi textual en esa ocasión Quintana, en referencia obviamente al alcalde Martínez Alcázar.
Pero ni siquiera ese reconocimiento de la necesidad de jugar juntos, alcanzó a prevalecer como criterio en la definición de las candidaturas comunes. Panistas y perredistas prefirieron ver reducir notablemente sus posibilidades, sobre todo en el caso de Morelia, antes que dar su brazo a torcer: María Dóddoli y Carlos Quintana estaban decididos a ser candidatos, solos o en alianza, pero se toparon con que los perredistas Víctor Manríquez y Juan Carlos Barragán, tampoco iban a ceder un ápice. Eso sí, como integrantes de un “matrimonio” civilizado, optaron por una separación en buenos términos.
Y de la manera en que quedaron en el “divorcio”, es probable que al PRD le vaya mejor: al menos en Uruapan es favorito Manríquez sobre Dóddoli. En Morelia, es altamente previsible que ninguno de los dos se acerque siquiera al primer lugar. Es decir, en ambos municipios lo más probable es que el panismo salga con las manos vacías.
La disputa se centró en un criterio casi imposible de salvar: a nivel nacional no hay duda que el “grande” en la alianza entre ambos partidos, es el PAN, pero en Michoacán es de los pocos estados donde el PRD trata de hacer valer su posición de líder, cosa que el blanquiazul nunca aceptó. En cierta forma, a ambos les asiste una dosis de razón, pero ante la intransigencia de los dos, prefirieron correr riesgos mayúsculos, como no ganar ninguna de las dos alcaldías, lo que seguramente sucederá. Si no, al tiempo.