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jueves, julio 17, 2025

PEÑA, RÓMPASE EN CASO DE EMERGENCIA

Vota por aquel que prometa menos; será el que menos te decepcione

Bernard M. Baruch (1870-1965) Politólogo norteamericano

 

jaimelopezAnte el desplome de su popularidad, fenómeno inimaginable hace apenas tres meses, y que sin duda tiene como explicación su irresponsable actuación frente a la pandemia y su desdén por la previsible ruina económica de millones de mexicanos, incluida buena parte de sus seguidores, el presidente López Obrador parece decidido a jugar una carta que, además de ser quizá la última, es a su entender la reina de ellas: ir por Enrique Peña Nieto.

Es tal la desesperación del presidente, que podría haberse decantado por traicionar el pacto que, parece indudable, realizó con su antecesor, para asegurarse el triunfo en 2018: apoyo a cambio de inmunidad.

Y hasta ahora lo ha cumplido: a despecho de ir contra su trillada cantaleta anticorrupción, jamás ha pasado López Obrador a los hechos; ha preferido enfocar las baterías contra Felipe Calderón, vía Genaro García Luna. Pero al peñismo lo ha respetado (la aprehensión de Rosario Robles debe verse como un ajuste de cuentas entre viejos camaradas de izquierda, no por la reciente cercanía de ella con Peña).

Pero el respeto a ese presunto pacto con su antecesor, estaría a punto de violarse por parte de López Obrador, ante la urgencia que tiene por tratar de contener la caída libre en que va su popularidad y aprobación.

El Presidente sabe que esa caída es producto de su patética conducción ante la pandemia y ante la ya actual crisis económica, pero como no está dispuesto a recular en ese camino, porque un rey jamás se equivoca, entonces tiene que echar mano de su as bajo la manga: Peña Nieto.

Así debe entenderse la filtración de que ha ordenado que se investiguen las cuentas y algunos hechos aparentemente ilegales de Peña durante su paso por la Presidencia. Peña parece indefendible, es el villano predilecto de la 4T, y si había escapado al escarnio lopez obradorista fue justo por ese evidente pacto político antes ambos.

Pero AMLO entiende que los pactos tienen condicionantes y que violarlo ahora se justifica porque pareciera el último recurso para salvarse de una estrepitosa derrota electoral en el 21. Lanzó el anzuelo de retar a que el plebiscito de revocación de mandato se adelantara un año. No pegó. No le queda, pues, más que jugarse el todo por el todo, auténticamente su última carta: Peña, dado que es descabellado suponer que de la pandemia y de la crisis económica que se avecina, vaya a salir siquiera medianamente bien librado.

Si los bienes son para remediar males, los pactos son para violarse…cuando convenga a una de las partes. Al tiempo.

twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com

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