spot_img
20.5 C
Morelia
sábado, julio 19, 2025

PERIODISTAS, LA TORMENTA PERFECTA

El periodismo es libre o es una farsa

Rodolfo Walsh (1927-1977) Periodista argentino

 

jaimelopezNunca ha sido México un país propicio para ejercer el periodismo. Hoy, menos que nunca.

Entre un crimen organizado en control prácticamente del país, desde el punto de vista fáctico, y un poder público indiferente a cumplir su responsabilidad de ofrecer garantías mínimas para que el periodismo puede ejercerse con un rango razonable de seguridad, México celebró, si es que cabe el término, este domingo el Día Internacional de Prensa.

Sin ser un país oficialmente en guerra, el nuestro es el segundo más peligroso para la actividad periodística, básicamente por el número de comunicadores asesinados, y todos, en la más completa impunidad.

Al crimen organizado pueden atribuirse seguramente la mayor parte de esos asesinatos, y en ese sentido puede explicarse que siendo México un país sometido por los cárteles regionales, en el que miles de ciudadanos de todos los sectores y giros laborales y profesionales pierden la vida a la semana, a manos justo de esos grupos criminales, la actividad de los periodistas no tendría por qué ser ajena a ese escenario de riesgo. Peor aún, se agrava por el tipo de actividad que realizan los comunicadores.

En ese sentido, cierto es que poco puede hacer el poder público para dar garantías a los periodistas, si está absolutamente entregado y postrado de hinojos antes los criminales, sometido a sus intereses. Pero lo que sí podría hacer es al menos combatir la impunidad, deteniendo y encarcelando a los asesinos de periodistas. Y esa responsabilidad está igualmente incumplida.

Y por si fuera poco, es evidente que con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder, el periodismo ha visto nacer otro enemigo potencial. En efecto, la polarización enfermiza del presidente, la declaratoria de malos, conservadores y corruptos de todos los que no piensan como él, lleva a los medios de comunicación y a los periodistas en especial, a ser colocados en el banquillo de los acusados por López Obrador, cuya intolerancia dictatorial le lleva a ver como enemigos prácticamente a todos ellos, porque para él no cabe la crítica, la médula del periodismo.

Así, es claro que el periodismo mexicano está a dos fuegos: el crimen organizado por un lado, y el gobierno por el otro; el primero asesina, el segundo liquida moralmente. Y el temporal, lejos de amainar, arrecia conforme la 4T y su líder detectan que se viene la debacle electoral. Los periodistas son cada vez más el blanco perfecto de López Obrador.

Poco, pues, qué festejar este domingo, aunque en todo caso la celebración sirva como acicate para el periodismo mexicano que, arrinconado y todo, sigue siendo el más importante, si no es que el único, contrapeso y equilibrio ante los excesos de un gobierno que más se parece cada día a una dictadura, y en las dictaduras, el periodismo tiene que abrirse paso a bayoneta calada. No hay más. Es la tormenta perfecta para los periodistas mexicanos: debe navegar y tratar de sobrevivir entre el crimen organizado y un gobierno dictatorial. Vaya escenario.

twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com

Noticias Recientes
spot_img
Noticias Relacionadas