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sábado, agosto 2, 2025

PIERNAS DE CHICLE

Cuanto menos aporta un político, más ama a la bandera

Kin Hubbard (1868-1930) Periodista norteamericano

 

jaimelopezAsí, como piernas de chicle, calificó un editorial de El Universal al auditor Superior de la Federación, David Colmenares. Y sí, el adjetivo es tan contundente como certero: apenas el fin de semana todos los espacios noticiosos daban vuelo al reporte de la Auditoría, relacionado con la revisión a la Cuenta Pública 2019 y que advierte posibles irregularidades por más de 67 mil millones de pesos en los programas federales y, peor aún, que la cancelación del aeropuerto de Texcoco significará no cien mil, como había estimado el gobierno, sino 330 mil millones de pesos.

La contundencia de las cifras y el alto impacto que generaron en medios y redes, hacían presagiar que la mañanera del lunes el presidente López Obrador la dedicaría a denostar a Colmenares y a la ASF, así como a advertir que, para no variar, él tiene otros datos. Tal cual ocurrió el lunes.

Pero el descontón presidencial al auditor ni siquiera fue lo severo que podía pensarse, nada que ver con la ferocidad que López Obrador suele dedicar a otros personajes, políticos, analistas o titulares de organismos autónomos, que le endilgan alguna crítica mucho menos ruda que la información difundida por la Auditoría.

Pero no habían pasado ni doce horas de la respuesta de López Obrador, cuando Colmenares emitía un comunicado lastimoso, vergonzoso, patético: el presidente tenía razón y las irregularidades detectadas por la ASF eran mucho menores, por algún problema de metodología en su elaboración. El título del comunicado debió ser: usted disculpe, señor presidente.

Colmenares se había llevado las palmas por evidenciar oficialmente lo que ha sido documentado hasta el cansancio por medios de comunicación: tanto la cancelación del aeropuerto como los programas emblemas de López Obrador, constituyen un desfalco de proporciones monumentales al erario. Pero, como dijo El Universal, Colmenares resultó con piernas de chicle. Sólo aguanto una mañanera y se dobló.

El problema para el auditor es que el tiro seguro le saldrá por la culata: si supone que con su revire vergonzoso el presidente le perdonará la vida y salvará la chamba, está equivocado, pero además ahora también la opinión pública exige su renuncia, porque al país lo que menos le sirve es un auditor que forme parte del servicio doméstico de Palacio Nacional.

Hoy, tanto López Obrador como la opinión pública, exigen la renuncia de Colmenares. Y sí, es obligada. No tiene la menor calidad moral para seguir al frente de la Auditoría. Ahí se requiere alguien con pies de plomo, no de chicle. Alguien con pantalones, pues.

twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com

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