Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla
StanislawJerzy (1909-1966) Escritor polaco
La posición de independencia y de apego a la legalidad adoptada por los jueces federales Juan Pablo Gómez Fierro y Rodrigo de la Peza, al suspender en definitiva la aplicación de la reforma a la Ley de la Industria eléctrica, es desde luego digna de encomio, tanto, que ha hecho enfurecer al presidente López Obrador, pero la verdadera prueba de fuego para el Poder Judicial vendrá cuando el Ejecutivo recurra las disposiciones de ambos jueces, primero ante un Tribunal Colegiado de Circuito y, si éste las respalda, sobre todo ante el pleno de la Suprema Corte de Justicia, cuyo fallo al respecto sería definitivo.
Hasta ahora, la actuación de ambos jueces ha sido un dechado de decoro jurídico y de dignidad profesional, pese al bombardeo del que han sido objeto por el habitante de Palacio Nacional, cuyo talante autoritario le es imposible ocultar.
Pero si bien son un escalón obligado, ambos jueces lamentablemente no representan a la generalidad del Poder Judicial mexicano, mucho menos a la Corte, que en tratándose de asuntos relacionados con la dictadura de la 4T no parece tener los tamaños y la dignidad para refrendar su autonomía e independencia.
Gómez Fierro y de la Peza pueden dormir con la consciencia tranquila porque su actuación ha ido de la mano de la dignidad, al hacerlo en apego a la legalidad, pero también por enaltecer la división de poderes, hoy en riesgo absoluto con López Obrador.
Empero, no hay indicios que hagan suponer que esa dignidad de ambos jueces se vaya a refrendar cuando el caso llegue a la mismísima Corte. Ahí, puede advertirse desde ahora, no se respaldará a sus jueces, sino que los ministros serán obsequiosos -¿temerosos?- con la dictadura cuatroteísta. Cualquier otra posición, sería una agradable, cuanta enorme sorpresa.
López Obrador ha ordenado recurrir las suspensiones de ambos jueces, lo que sin duda es su derecho, pero en realidad su mejor defensa es el contra ataque que él mismo encabeza, al arrojarlos en la pira mediática desde las mañaneras, poniendo en duda su integridad, solo porque tuvieron la osadía de frenar su inconstitucional ley.
Esperaría equivocarme, pero mucho me temo que el gozo con la actuación de ambos jueces, pronto se irá al pozo, cuando los ministros tomen el caso en sus manos. Si no, al tiempo. twitter@jaimelopezmtz