El poder no cambia a las personas, solo revela quiénes verdaderamente son
José Mujica (1935-?) Presidente de Uruguay
Lo más probable es que a la mayor parte de los elementos policiacos de Morelia no les agrade, pero en realidad a todos ellos, o al menos a los que actúan con probidad y no son corruptos o abusan del poder, les vendrá bien la cámara de video que por obligación deberán portar como parte de su equipo táctico durante todo su horario laboral.
La medida fue ordenada por el alcalde Alfonso Martínez, como una respuesta a las constantes quejas ciudadanas por posibles, y en algunos casos evidentes abusos policiales. El edil ordenó la compra de trescientas mini cámaras de video que portarán los policías en activo mientras dure su horario de trabajo.
El jefe de la Policía moreliana, Alejandro González Cussi, ha estado en el ojo del huracán en las últimas semanas, habida cuenta que por una parte se supone en la obligación de ser solidario con los elementos bajo su mando cuando son acusados de abuso o excesos en detenciones de ciudadanos, pero por otra parte sabe que su deber es no ser comparsa y aplicar las medidas de sanción pertinentes. Cussi ha insistido en que los videos que ciudadanos graban y suben a redes, no son completos y solo incluyen la actuación de fuerza de los policías, pero no cuando éstos en ocasiones son agredidos. Es decir, aduce, se requiere el contexto íntegro de cada evento.
Me parece que con sensatez, Martínez Alcázar tomó la decisión de tratar de corregir de fondo: dotar a los policías de cámaras de video incorporadas al uniforme. Así, invariablemente habrá, ahora sí, ese contexto de cada evento, lo que permitirá contar con el panorama completo. Se entiende que tendrán prohibido no portarla y apagarla en ningún momento.
Es natural que de entrada haya resistencia de los efectivos policiacos a una medida así, en efecto radical, porque históricamente se han conducido con amplios márgenes de discrecionalidad y opacidad, lo que les ha permitido una actuación de abusos y corrupción. Es la constante de los policías en este país. Es hora de cambiar el paradigma. Los elementos que invariablemente actúan con honradez y con apego a los protocolos de manejo de eventos de crisis, no tienen nada que temer con las cámaras que portarán. Los corruptos y abusivos, todo lo contrario. Los elementos tendrán pruebas en su defensa cuando haya acusaciones de abuso, y los ciudadanos igual la seguridad de que cualquier actuación queda grabada. Nos sirve a todos.
Falta probar el programa en la calle. Veremos en qué se traduce en cuanto a resultados.
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