Todo el estudio de los políticos se emplea en cubrirle el rostro a la mentira para que parezca verdad, disimulando el engaño y disfrazando los designios
Diego de Saavedra Fajardo (1584-1648) Diplomático español
Por donde se le vea y busque, no es fácil ubicar la razón del empecinamiento de los partidos Encuentro Social y del Trabajo, particularmente de sus dirigentes locales, por mantener viva la aspiración de una candidatura de Fausto Vallejo Figueroa a la alcaldía moreliana.
Su tozudez les está confrontando con sus respectivas dirigencias nacionales; está incluso llegando a poner en entredicho la solidez nacional de la alianza Juntos Haremos Historia que, como se sabe, lleva como candidato presidencial a Andrés Manuel López Obrador; está propiciando la molestia del todo poderoso tabasqueño y, por si fuera poco, les hará chocar con los organismos electorales.
¿Y todo por qué? He ahí el problema, que no es fácil distinguir la razón. Javier Valdespino y Reginaldo Sandoval, líderes de Encuentro Social y PT, respectivamente, tienen claro que Vallejo Figueroa no ganará la elección municipal. Vaya, que ni siquiera entre los primeros lugares quedará. Eso un párvulo lo sabe.
Se tratara del caso de un candidato al que todo mundo se pelea por su liderazgo y grandes posibilidades de triunfo, acaso valdría la pena la disputa aún entre partidos coaligados en lo nacional. Y eso quién sabe. Pero claramente no es el caso. Los mejores días como político de Vallejo por supuesto pasaron hace tiempo. Su penoso paso como gobernador lo dejó marcado y hoy es una triste sombra de sus años de gloria como “dueño” de Morelia.
Raúl Morón, el candidato de Morena y al que en estricto sentido y más allá del empecinamiento de PES y PT, debieran éstos respaldar, dada la alianza nacional que han firmado, no es tampoco favorito para ganar la Alcaldía, pero menos lo será si PES y PT lo dejan solo, con todo y lo poco que ambos pesen en Morelia. Es decir, lo único que están haciendo ambos partidos es debilitar una de por sí no fuerte candidatura aliancista.
Ante esa realidad, lo único que queda es concluir que ni Valdespino ni Sandoval son capaces de oponerse a la terquedad de Vallejo, para ser él el candidato en Morelia y además colar a la prole en otras candidaturas, como de diputados por ejemplo. Y si no son capaces de oponerse, es porque en la trayectoria política de ambos alguna liga quedó tan tensa con Vallejo que hoy éste sigue haciéndola valer.
Como sea, ese empecinamiento de PES y PT no tiene ningún futuro. Si no, al tiempo.
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