Con las leyes pasa como con las salchichas: es mejor no ver cómo se hacen
Otto Von Bismarck (1815-1898) Político alemán
El PRI michoacano, insiste su líder, Jesús Hernández Peña, construye una alianza con panistas y perredistas de cara a las elecciones del 21, evidentemente para hacer frente a la maquinaria de Morena y su 4T.
Es claro que sin esa alianza, la elección para gobernador, como las demás, sería como coser y cantar para Morena. Aún en bloque, la oposición no tendría asegurado el triunfo, pero al menos sí entrar en plan competitivo. Solos, panistas, priístas y perredistas, se disputarían un lejano segundo lugar.
Y sí, consta que los priístas locales tienen claro que si de impedir el arribo de Morena a la gubernatura se trata, sólo en alianza con PAN y PRD habría alguna posibilidad. Y los priístas en efecto trabajan en la construcción de dicha alianza.
Sólo que hay un pero: no se mandan solos; los priístas michoacanos podrán trabajar y avanzar en esa alianza, pero a la hora de las definiciones no tengo duda que su dirigencia nacional les pondrá el alto. El líder nacional, Alejandro Moreno –Alito, para sus amigos, Amlito para sus adversarios-, ha dejado correr la construcción de dicha alianza en Michoacán, pero en el momento definitivo maniobrará para que su partido la abandone.
¿La razón? Fácil: Moreno está convertido en un fiel escudero de Andrés Manuel López Obrador, y en los momentos cruciales maniobra para apoyar a éste desde la trinchera priísta, sobre todo en el Poder Legislativo con la aprobación de leyes clave para el presidente. Y si a López Obrador le llega a incomodar o preocupar una alianza tricolor con panistas y perredistas en Michoacán, sin empacho maniobrará con Moreno para que el priísmo deje colgados de la brocha a sus, por ahora, aliados.
Moreno, como el PRI en general, no tiene mucho margen de maniobra y la única posibilidad de que su partido avance en la alianza en Michoacán, es que el presidente la soslaye, no le dé importancia y la deje correr. Pero a la menor preocupación presidencial, Moreno no dudará en complacer, otra vez, a su aliado de Palacio. Michoacán es, en el ajedrez nacional, absolutamente sacrificable para el tricolor. Si no, al tiempo.
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