Lo último corrompido ¿no es el principio de lo engendrado?
Giordano Bruno (1548-1600) Filósofo italiano
La pregunta es, ¿y por qué no? El líder del sindicato de trabajadores del Ooapas, Alejandro Saldaña Plascencia, presenta documentos que “prueban” que el ayuntamiento moreliano ha tenido intenciones de privatizar al organismo, por ahora para estatal; los documentos establecen que en 2016, hubo esa intentona, que evidentemente no prosperó.
Por su parte, el alcalde Alfonso Martínez ha declarado que no existe la pretensión de privatizar al Ooapas; es probable que ambos tengan razón: quizá en 2016 el ayuntamiento realizó estudios de factibilidad para privatizar al organismo, que evidentemente no prosperaron, y hoy la idea está enterrada.
Pero más allá de esa aparente confrontación, es un hecho que sí es justificado al menos volver a poner el tema sobre la mesa: ¿es viable privatizar al Ooapas?
La sola palabra privatizar causa urticaria, pero sobre todo a los sindicatos de la burocracia mexicana, acostumbrados a arrancarle al gobierno salarios desproporcionados, prestaciones exorbitantes y condiciones en general fuera de toda realidad financiera; son sindicatos depredadores de las arcas públicas y el del Ooapas es un prototipo de esa definición.
Por eso se paran de pestañas cuando circula la palabra “privatizar”, porque advierten que no encontrarán un patrón tan fácil de dominar como el gobierno.
Si el Ooapas está quebrado financieramente, en mucho es resultado de la voracidad de su sindicato; de llegar a ser manejado como una empresa, adiós a las condiciones de súper lujo que actualmente tienen sus empleados, serían las que la ley contemple y punto, nada de obscenidades como aguinaldos y vacaciones de tres meses, no pago de impuestos lo mismo que del consumo del agua, seguro contra secuestros, entre otras barbaridades más, solo pensadas y realizadas cuando el patrón es el gobierno.
Directivos y sindicato saben que los más de ochocientos empleados que hoy están en nómina, son innecesarios, y que con trescientos el organismo operaría incluso mejor.
Todo ello hace que el sindicato se oponga a la privatización y que su líder denuncie el intento que acaso hubo en 2016 por explorar esa posibilidad por el ayuntamiento; pero si pensamos en el beneficio de la ciudadanía, es muy probable que la idea resultara viable: una empresa privada que garantice eficiencia en la distribución del agua entre los morelianos, con cuotas mucho menores a las actuales dado que su costo de operación disminuiría considerablemente al tener menos de la mitad de personal y con salarios y prestaciones realistas, obvio, sin los cientos de millones de pesos que el gobierno municipal hoy debe destinar como subsidio al año al Ooapas para que éste pueda satisfacer la voracidad de su mafioso y depredador sindicato.
Bien haría el próximo ayuntamiento, sea encabezado otra vez por Alfonso Martínez o no, en poner el tema de nuevo en la mesa y analizarlo sin telarañas en la cabeza, con visión realista operativa y financieramente hablando, pero sobre todo, viendo por un servicio de agua y alcantarillado a la altura de lo que merecemos los morelianos.
Habrá que ver si hay esa decisión.
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