Es mucho más fácil criticar a los que mandan, que mandar a los que critican Revista La Codorniz
Al margen de que el triunfo del PAN en Puebla no sea precisamente edificante, toda vez que con él se consolida un cacicazgo familiar, más incluso que político, el recuento extraordinario de votos resulta, paradójicamente, no del todo negativo, al romperse con su desenlace la inercia de unanimidad morenista, que tampoco es para nada positiva.
Es decir, puede alertarse que el voto por voto y casilla por casilla aplicado en Puebla, produce una buena y una mala.
La buena, porque jamás será deseable la falta de pluralidad y que todo un estado se pinte de un solo color no es precisamente benéfico para sus habitantes, la historia y los antecedentes aquí y en cualquier parte del mundo, así lo dejan saber sin ninguna discusión.
Y la mala, porque no deja de ser peligroso y hasta vergonzoso, el surgimiento de un clan familiar, ni siquiera político, y mucho menos ideológico: el clan de los Moreno, de los Moreno Valle en este caso.
O sea que no fue Morena, pero sí Moreno el clan que parece tomar el control en Puebla y, para ser francos, ni a cual irle; en todo caso, hay que sentir pena por los poblanos, aunque la decisión que hubieran tomado de cualquier forma hubiera sido cuestionable.
No por nada, cada quien tiene el Gobierno que merece. ¿O no? jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>