Es igual a todas las demás: fría y distante; hay mucha gente así…las mujeres, desde luego. Son como un sindicato
Roberto de Niro (1943-?) Actor de EU, en su personaje de Travis Bickle en Taxi Driver
Se desconoce el alcance de los acuerdos, si es que los hubo, en la mesa de negociaciones entre el gobierno del estado y la mafia de la Cnte. Y si no hubo acuerdos, al menos la dirigencia sindical se llevó para “analizar con las bases” la propuesta gubernamental.
En todo caso, se conoce que la Cnte llevó a la mesa un pliego de casi treinta exigencias, envalentonada porque todo le está saliendo a pedir de boca: tiene al gobierno federal y al propio presidente López Obrador, comiendo de su mano, y al estatal le tiene la bota puesta en el cuello. Ya ni hablar del precipicio al que ha mandado a la educación, a los niños y al estado por completo. Es decir, todo, tal y como lo previó, y tal y como conviene para su estrategia desestabilizadora y de apoderamiento del recurso público.
La referida mesa de negociaciones fue encabezada en su última etapa por el mismo gobernador Aureoles, y terminó ya en la madrugada del jueves. El cártel centista anunció que este mismo jueves comenzará su sesión de “pleno” para evaluar el ofrecimiento del gobierno, sin que ninguna de las dos partes diera a conocer a detalle en qué consiste dicho planteamiento.
Es de esperarse, o de exigirse, mejor dicho, que el gobierno no haya seguido los pasos de sus antecesores de los últimos veinte años, que siempre se dejaron arrancar cuanta exigencia planteaba la Cnte, por más absurda o inmoral que pudiera parecer. Las reuniones entre los gobiernos estatales y la Cnte, nunca han sido, en estas dos décadas, de negociación; han sido de sometimiento vergonzoso de los primeros hacia el cártel criminal llamado Cnte.
Por eso, a reserva de conocer el ofrecimiento gubernamental y eventualmente los compromisos adquiridos con los centistas, es importante alertar que los mismos no pueden ir más allá de lo que razonable y sensatamente pueda asumir el silvanismo. No cabría, bajo ninguna explicación, que otra vez volvieran a tramitarse anticipos de participaciones federales para tratar de satisfacer el apetito insaciable y depredador de la Cnte, ni que se cancelaran aún más programas y acciones en salud, en el campo, en turismo, en desarrollo económico, en servicios básicos, en obra pública, con la misma finalidad.
Cierto, es reducidísima la capacidad de maniobra y de compromiso financiero del estado, pero a esa capacidad debe ceñirse su propuesta, ni un peso que signifique endeudamiento o desaparición de programas gubernamentales. Y si lo toma el cártel centista, bien, sino, también. De cualquiera manera, Silvano Aureoles sabe que con y sin dinero, con y sin cumplimiento a las demandas sindicales, con y sin pago oportuno de salarios, prestaciones y bonos, de cualquier forma la postura centista es la misma: desestabilización e ingobernabilidad. Todo, con la mira puesta en el 2021. Si no, al tiempo.