La política es el arte de obtener el dinero de los ricos y el voto de los pobres, con el pretexto de proteger a los unos de los otros
Anónimo
Con tantos y tan graves problemas a cuestas, no es fácil de entender por qué la autoridad nicolaita se empecina en meterse en otros que parecieran susceptibles de resolverse sin mucha complicación.
En esa lógica se inscribe la demanda de los trabajadores de Radio Nicolaita, de que su directora Yazmín David Parra sea separada por supuestas acciones de intimidación y prepotencia contra el personal.
Pese a que sí parece existir solidez en las acusaciones de los empleados, la autoridad universitaria se ha empecinado en mantener a la directora en su puesto, lo que ha provocado la toma de las instalaciones de la radiodifusora y que el choque se agrave.
Este miércoles, de acuerdo con los propios empleados, el secretario de Difusión de la Universidad, Héctor Pérez Pintor, ordenó apagar el transmisor para que la señal de Radio Nicolaita dejara de salir al aire. Empero, el funcionario negó haber dado esa orden, y por el contrario, la autoridad universitaria presentó una denuncia de tipo penal ante las fiscalías estatal y federal en contra de los paristas, a los que acusó de despojo, delito grave.
Fue así que los empleados finalmente recularon y liberaron la radiodifusora, temerosos de ir a parar a la cárcel ante dicha acusación.
Insisto, es difícil de entender cómo un asunto relativamente nimio, se sale de control de la autoridad y escala a niveles de abierto y peligroso choque, sólo por mantener en el cargo a Yazmín David, protegida de Pérez Pintor.
Y no es que la autoridad deba ceder a las primeras de cambio ante cualquiera demanda de los empleados, pero son demasiadas las voces en el sentido de que la queja de éstos es fundada, porque además en redes sociales Yazmín David ha evidenciado su desprecio por los trabajadores de la estación.
El rector Raúl Cárdenas se ha tardado en tomar cartas en el asunto. De alguna manera se puede explicar, porque está enfocado en los verdaderos problemas de la Universidad, como son la huelga de profesores y empleados, la presión federal para empujar por el cambio de modalidad de jubilaciones y pensiones y la falta de dinero para pagar quincenas y aguinaldos a tiempo. Pero esa nimiedad de Radio Nicolaita ha llegado a niveles absurdos, básicamente por la incapacidad de la directora para dialogar con sus trabajadores, así como la necedad de Pérez Pintor de protegerla por razones no fáciles de entender.
En todo caso, el rector Cárdenas necesita que sus funcionarios le ayuden a resolver problemas, no que se los generen y los agraven, como ha hecho Pérez Pintor. Con razón caminan como caminan las cosas en la Michoacana.
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