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viernes, agosto 15, 2025

REDUCCIÓN DE LA POBREZA

De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero: 

Benjamin Franklin (1706-1790) Político e inventor estadounidense

Trece millones de mexicanos salieron de la pobreza, moderada y extrema, durante el obradorato. Así lo dice el INEGI, y no hay porqué no creerle.

El aumento del 112% por decreto presidencial del salario mínimo en ese periodo, los dos billones de pesos que el gobierno destinó a sus programas sociales y un aumento significativo de las remesas desde Estados Unidos, explican el resultado del INEGI que festina Claudia Sheinbaum como “el mayor logro de la economía en 25 años”.

Visto con la lupa de la ignorancia y/o el pragmatismo político, pues sí, el número es rotundo: ¡trece millones de mexicanos salieron de la pobreza!

Vayamos al fondo: ninguna economía del mundo puede sostener un ritmo de programas sociales del gobierno, si éste no impulsa políticas públicas que incentiven la inversión privada, que a su vez genere impuestos y con éstos pueda pagar becas y pensiones. Pero para que haya inversión privada, es requisito sine qua non seguridad, estabilidad y certeza jurídica. Nada de eso hay en México. Por otra parte, obligar a los patrones a pagar el doble del salario mínimo, puede funcionar un breve lapso, pero al final la realidad económica se comerá ese mundo de Disneylandia, y la inversión privada también terminará por minarse por ese motivo.

Dicho en otras palabras: los seis años de su “gobierno”, López Obrador tuvo el dinero para mantener sus programas sociales no porque la economía los sostuviera, sino porque echó mano de recortes presupuestales a diferentes áreas, incluyendo la salud, y porque empleó los recursos que contenían decenas de fideicomisos etiquetados para acciones específicas, como el Fonden, por ejemplo. Por eso ahora en cada desastre natural no hay dinero para ir en auxilio de las poblaciones afectadas.

Evidentemente, Sheimbaum ya no cuenta con cochinitos de fideicomisos para romper y es insostenible ajustar más aún los presupuestos de salud, de mantenimiento carretero, de educación, etcétera. Por ende, está obligada a impulsar políticas públicas que alienten la inversión privada. Solo que enfrenta un problema: nadie en su sano juicio va a invertir en un país donde la extorsión es la cotidianidad, la inseguridad está desatada, hay un gobierno con ideas comunistoides que alarman a cualquiera y, por si no fuera poco, ya ni siquiera hay un Poder Judicial que ofrezca autonomía para contener abusos de los otros dos poderes. Ah, y un país donde ya la libertad de expresión está restringida cada vez más, y en el que dejó de haber elecciones de verdad. Hay decenas de países más atractivos que el México de hoy para la inversión.

Conclusión: la insostenibilidad de los programas sociales obligan a advertir que no habrá más reducciones a la pobreza, como la anunciada este miércoles. Sin dinero, el gobierno perderá votantes, sí, pero no elecciones, porque de éstas ya no habrá. Sin duda, López Obrador pensó en todo. X@jaimelopezmtz

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