El que no se atreve a ser inteligente, se hace político
Enrique Jardiel Poncela (1901-1952) Escritor español
Las presiones cuatroteístas en contra de diputados priistas, panistas y perredistas, para «convencerlos» de votar el domingo próximo en favor de la regresiva reforma eléctrica del presidente López Obrador, rebasaron lo tolerable y en las últimas horas han llegado a las amenazas de diversa índole.
Y en ello están operando lo mismo secretarios de Estado que líderes de Morena, diputados y senadores del mismo partido. En algunos casos aun manteniendo el decoro y negociando en términos de racionalidad política, lo cual es válido desde luego, pero en otros recurriendo o a tratar de comprar votos o a la amenaza abierta, incluida hasta de muerte en casos extremos, pero no excepcionales.
Diputados federales de los partidos opositores, que hablaron bajo la condición del anonimato, advierten que los telefonazos y los encuentros presenciales no sólo han aumentado esta semana, sino también en el tono. Al WhatsApp de varios de ellos han llegado amenazas de muerte si el domingo no votan a favor de la reforma lópez obradorista. Por supuesto, son mensajes anónimos, pero los legisladores que los reciben dicen tener identificados a quienes los envían, e invariablemente se trataría de gente encumbrada de la 4T. Un perredista recibió durante las últimas horas amenazas de muerte en su WhatsApp, supuestamente provenientes de Tamaulipas.
Y si bien los líderes de las bancadas de PRI, PAN y PRD, así como los dirigentes partidistas, insisten en que la unidad del bloque opositor sigue firme y no habrá sorpresas el domingo, lo cierto es que en lo particular más de algún legislador comienza a pasar aceite y a dudar si las amenazas pueden materializarse o no.
El domingo en San Lázaro se verá qué tanto hicieron mella entre los diputados de oposición las negociaciones, las ofertas de compra de voto y las amenazas. Es de esperarse que éstas últimas sean sólo amagos para producir miedo.
Pero si la reforma eléctrica está propiciando este clima de terror entre diputados de oposición, ya podemos imaginar lo que vendrá cuando López Obrador vaya por su auténtica joya de la corona: la desaparición del INE. Ahí sí arderá Troya y acaso las amenazas no sean ficticias, como esperemos sea en esta ocasión. Al tiempo.
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