El éxito es la capacidad de ir de un fracaso a otro sin perder entusiasmo
Winston Churchill (1874-1965) Político británico
Reginaldo Sandoval es un tipo hábil y le está cobrando caro el «favor» que su partido, el PT, le hizo a Raúl Morón Orozco hace tres años, cuando éste alcanzó la alcaldía moreliana ciertamente gracias a la alianza de Morena con los petistas. La votación morenistafue menor a la que obtuvo en esa ocasión Alfonso Martínez, como independiente, pero Morón obtuvo el triunfo producto de los votos que el PT le arrojó.
Hoy, Sandoval pretende cobrar el favor, y con creces. Ha presionado a su dirigencia nacional para que arranque a Morena el compromiso de ir en alianza con el PT en las elecciones en Michoacán. Los morenistas locales rechazan tajantemente esa unión, confiados en que no la ocupan para ganar y porque el PT suele cobrar caro ese tipo de matrimonios, pero terminarán aceptando a regañadientes porque a nivel nacional ambos partidos van enlazados.
Sandoval presionó por dicha alianza, para forzar una encuesta entre él y Morón que determine quién será el candidato a gobernador de la alianza, lo que sin duda obligará al alcalde con licencia a replantear estrategias, dado que en su camino no contaba con que Sandoval se atravesara.
Éste, Sandoval, ni siquiera es michoacano, es oriundo de Zacatecas, pero sabe que jamás ganaría una elección para gobernador jugando solo por el PT, y se ilusiona con lograrlo participando con las dos camisetas simultáneamente. Sandoval está decidido a forzar una encuesta ajena a Morena, es decir, imparcial y profesional.
Para ser francos, va de gane: aunque es altamente probable que pierda dicha encuesta con Morón, ya obligó a éste a reacomodar estrategias y a meterse en un desgastante proceso de selección de candidato, otro más. Pero lo más importante: la nueva encuesta obligaría a Morón, aún ganándola, a sumar luego a Sandoval y a los petistas a su campaña y, eventualmente, a su gobierno.
Eso es lo que realmente busca Reginaldo Sandoval: evitar que Morón, si va a ganar la elección, lo haga solo, sin el PT, porque eso no le obligaría a ceder espacios al zacatecano. En cambio, una alianza entre ambos, forzada y todo, pavimentaría el camino para que Sandoval y su grupo sigan haciendo seis años más lo que mejor saben: chantajear hasta lograr espacios de poder, que a su vez les permitan seguir haciendo pingües negocios al amparo de la política. Ese es Sandoval, ese es el PT. Morón tiene que lidiar ahora no solo con las huestes de Cristóbal Arias, por una parte, y con la alianza PRI, PAN, PRD por otra, sino también con las ambiciones inescrupulosas e ilimitadas de Reginaldo Sandoval. twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com
