Aprender sin pensar es inútil; pensar sin aprender, peligroso
Confucio (551-479 AC). Pensador chino
No es, para nada, insensata la propuesta que ya a nivel de iniciativa ha formulado oficialmente el diputado Daniel Moncada, en torno a regular el caótico y corruptísimo transporte público en Morelia, y en Michoacán en general.
De entrada, porque reconoce que la Comisión Coordinadora del Transporte, y mucho menos los taxistas en lo individual, tienen atribuciones para detener a los conductores del sistema de Uber, dado que la Suprema Corte de Justicia ya emitió un criterio jurídico que aclara que la operación de éstos últimos se da en base a un convenio entre particulares, por tanto no sujeto al otorgamiento de concesiones por la autoridad.
Coincide en lo expuesto aquí reiteradamente: la autoridad sí debe regular lo relativo a rubros de seguridad por igual a taxistas concesionados que a los de Uber, pero no puede impedir que éstos últimos trabajen.
La iniciativa de Moncada contempla que haya un programa crediticio para que los transportistas modernicen sus unidades.
Además, estipula que se implementen los mecanismos jurídicos para que aquellos conductores que acrediten una antigüedad de al menos cinco años al volante, puedan tener acceso a una concesión.
Y algo fundamental: el Congreso legislará para garantizar la aplicación de un sistema tarifario uniforme y real, a fin de evitar los abusos y los cobros discrecionales que son tan comunes, sobre todo en áreas urbanas como Morelia.
Como se ve, dicha iniciativa aborda varias aristas fundamentales para comenzar a operar con un nivel mínimo de justicia y legalidad en el sector. Es de esperarse que encuentre vía libre en el Congreso del Estado y que los intereses de todo tipo en el sector, no obstaculicen que por fin pueda abrirse paso una ley absolutamente urgente. Veremos.
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