Quien controla los medios, controla la cultura
Allen Ginsberg (1926-1997) Poeta norteamericano
Si nos atenemos a los números, Alfredo Ramírez Bedolla es uno de los gobernadores morenistas que no entregan buenas cuentas al presidente López Obrador, por lo que hace a la cuota de votantes que lograron movilizar el domingo anterior, en ocasión de la revocación del mandato presidencial.
Los números son fríos: en Michoacán, apenas superó el doce por ciento el volumen de ciudadanos que acudieron a votar, cuando la media nacional rondó el 18. En Morelia no superó el diez por ciento.
Habría tres posibles explicaciones: una, el gobernador no cuenta con la experiencia en mañas partidistas que permiten el acarreo masivo de votantes; dos, sí sabe de esos oficios nada edificantes, pero no los quiso poner en práctica, consciente de que ese no es el papel de un gobernador, enfocado como debe estar en atender la gravísima problemática social de sus gobernados, antes que cumplir las locuras de su jefe político, el presidente. Y tres, que no riñe con cualquiera de las dos anteriores: simplemente y sencillamente los michoacanos no cayeron en la trampa perversa del presidente y dedicaron su valioso tiempo dominical a menesteres de mayor trascendencia que participar en una mascarada.
Se entiende que Ramírez Bedolla respalde abiertamente al presidente y justifique sus berrinches, como el de este domingo, pero que no haya logrado cumplir la cuota de votantes que a él y a los gobernadores morenistas les impuso el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, me parece que fue no por falta de habilidad en esas lides, sino porque en el fondo entiende que su papel va más allá de secundar insensateces de esa magnitud. Si es así, enhorabuena. Hablaría bien de su talante democrático y, sobre todo, de su grado de consciencia de su función de gobernador.
Solo es de esperarse que ahora no haya represalias de López Obrador con los estados cuyos gobernantes no cumplieron la cuota, que cual vil extorsión, les aplicó a los morenistas -y a algunos priístas, siempre oficiosos-, a través de López Hernández.
Amor con amor se paga, dice López Obrador. Esperemos que no aplique en sentido opuesto con Michoacán, por la baja participación de votantes.
twitter@jaimelopezmtz
