spot_img
18.5 C
Morelia
lunes, mayo 5, 2025

RÉQUIEM POR EL PRD

Una dictadura perfecta tendría la apariencia de una democracia; sería una prisión sin muros en la que los presos ni siquiera soñarían con escapar. Sería un sistema de esclavitud en el que, gracias al consumo y al entretenimiento, los esclavos amarían su servidumbre:

Aldous Huxley. Un Mundo Feliz. (1894-1963) escritor británico

Treinta y seis años después, el PRD ha quedado reducido a un partido pueblerino y, lo peor, a uno que busca desesperadamente ser rémora del poderoso partido en el poder, con un claro tufo dictatorial. En su aniversario 36, los perredistas no sabían este lunes 5 de mayo si cantar Las Mañanitas o un Réquiem.

El PRD surgió de una amalgama lo que le sigue de disímbola: priístas resentidos, comunistas interesados en acceder al poder, ya no solo anhelarlo, y académicos e intelectuales relativamente más genuinos en su pretensión de ser un contrapeso al entonces todopoderoso PRI. Nunca alcanzó el poder en su máximo nivel, pero sí gubernaturas y no pocas alcaldías, así como múltiples posiciones legislativas, pero menos de cuatro décadas después ha quedado reducido a un partido estatal, rústico, casi que de rancho, con todo respeto para los ranchos. Morena lo arrasó y le comió el discurso de partido de izquierda.

El problema es que el PRD, ya solo michoacano, no parece tener la menor intención de resurgir, más bien parece cómodo en su versión de caricatura. Su líder Octavio Ocampo, paradójicamente, salió fortalecido con la debacle de su partido. Ahora no tiene ni dirigentes nacionales ni incómodos liderazgos locales que le pongan un alto. Se ha vuelto el rey de lo que queda de su partido. No tiene que rendirle cuentas a nadie, ni en lo político ni en lo financiero. Él solo se palomeó como candidato plurinominal a diputado y decidió que su jefa de prensa también lo fuera. Las prerrogativas, escasas sí, pero prerrogativas al fin, las maneja a discreción. Nadie le disputa el poder y nadie le pide cuentas. Es el mundo perfecto para Ocampo.

Y en esa ruta, ha decidido meter al PRD en la lista de limosneros formados para ingresar al opulento palacio cuatroteísta. Del dignísimo bloque opositor del que formó parte todavía en 2024, ahora no solo salió del mismo, sino Ocampo decidió llevar al perredismo a mendigar migajas a Morena, aunque delante de él estén ya formados, por derecho de antigüedad, el Verde y el PT, a cual más de impresentables.

Así “celebra” el PRD sus 36 años: de combatiente de la tiranía morenista, a aplaudidor de la misma. Y lo peor, con toda la intención de subirse al carro de la dictadura. ¿Así o más indecoroso e impúdico el papel del “nuevo PRD”? Sí, lo que hay que cantarle es un Réquiem.

X@jaimelopezmtz

Noticias Recientes
spot_img
Noticias Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí