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sábado, julio 12, 2025

SE VA EL AUDITOR, ¿Y?

jaimelopezEl poder no corrompe; el miedo corrompe. Tal vez el miedo a perder el poder

John Steinbeck (1902-1963) Escritor estadounidense

José Luis López Salgado renunciará en los próximos días a la titularidad de la Auditoría Superior de Michoacán, bajo el argumento de que la dependencia ha sido completamente abandonada por el Congreso del Estado, y no tiene recursos ni para sacar copias o comprar papelería, mucho menos para realizar con eficacia su tarea medular: auditar todo el recurso público que emplean los tres niveles de gobierno, los ayuntamientos, los organismos descentralizados y los de corte autónomo.

En reciente entrevista con este reportero y con Julio Hernández, en el programa “Así las Cosas” que transmite el Sistema Michoacano de Radio y Televisión, López Salgado, además de anunciar se renuncia a la ASM, no dejó títere con cabeza entre los diputados de las tres legislaturas con las que ha tenido que convivir, al acusarles que su indiferencia y dolo para no apoyar a la ASM, ha llevado a ésta a verse imposibilitada de cumplir medianamente su cometido.

Ello no hace sino confirmar el choque permanente entre los legisladores y el auditor, que prácticamente se remonta a la llegada de éste al cargo, hace casi siete años, pero ante todo lo que delata es que el modelo de auditoría diseñado por los diputados, definitivamente no ha funcionado y que, por ende, es imperativo reestructurar, o por mejor decir, modificar de tajo.

Es evidente que con el modelo actual es ocioso pensar que puede haber realmente auditoría al recurso público en Michoacán. Legislaturas van y vienen, todas comprometen cambios para garantizar la eficacia de sus resultados, y no termina pasando nada, absolutamente nada, y el propio López Salgado da fe de ello.

Es claro que un reto fundamental de la siguiente Legislatura local, será borrar desde su marco legal el concepto de auditoría superior: el organismo debe ser absolutamente autónomo, no dependiente del Congreso, del que, en cambio, debe recibir la garantía de no ver disminuido jamás su presupuesto, de un año a otro. Al hablar de autonomía, me refiero a lo presupuestario, claro, pero también a lo político y administrativo. La ASM ha sido tomada como agencia de colocaciones por los diputados y a ella van a parar amigos de éstos, familiares, amantes, que casi nunca dan el ancho en materia de perfil ad hoc para el cargo.

Esa autonomía, antes que nada y lo más importante, aumentaría las posibilidades de evitar que los partidos se cubran unos a otros y tapen la corrupción en municipios, gobierno central, entidades descentralizadas y organismos autónomos: que sea dependiente de los diputados, permite que éstos encaucen el trabajo de la ASM a su antojo y su antojo casi siempre va dirigido al favor mutuo para tender mantos de impunidad por todos lados en el quehacer gubernamental.

Esta Legislatura, para no variar, volvió a quedar a deber una reforma estructural al concepto de auditoría en Michoacán. No queda sino volver a poner la esperanza en la siguiente, la 73. Caso contrario, seguiríamos condenados a no ver rendición de cuentas, o lo que es lo mismo, a alargar al menos otros siete años de opacidad y de corrupción. Veremos. jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

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