La tolerancia se convierte en un crimen cuando se tiene tolerancia con el mal
Thomas Mann (1875-1955) Escritor alemán
El alcalde moreliano Alfonso Martínez presentó este jueves un “relanzamiento” de la estrategia de seguridad. Relanzamiento, dijo el edil, porque se trata de su misma estrategia de hace seis años, cuando llegaba a la alcaldía por primera ocasión, misma que tuvo una “pausa” de tres años, producto del “olvido” que sobre el tema tuvo la anterior administración municipal.
Solo que ese olvido, de acuerdo a Alejandro González Cussi, jefe de la Policía moreliana, le costó a la ciudad pasar de los primeros sitios en cuanto a seguridad se refiere, a los últimos, en los que actualmente se encuentra.
Más allá de diferencias de orden partidista, sí parece indiscutible que el gran talón de Aquiles del ayuntamiento que inició Raúl Morón y concluyó Humberto Arroniz, fue el de la seguridad. Desde el nombramiento de Julissa Suárez Bucio, como jefa de la Policía capitalina, las cosas no habían comenzado bien, dado su perfil bastante pobre para menesteres de tanta envergadura. Y los hechos confirmaron las dudas: la desatención al área generaron que la ola de hechos delictivos se disparara sin control. Claramente, Morelia es una ciudad más insegura para vivir que hace tres años.
Martínez Alcázar y González Cussi han establecido el compromiso de “rescatar” la corporación policiaca, con más respaldo en todos sentidos, con el objetivo de que ello se traduzca en una disminución de los niveles delictivos, sobre todo los que directamente atañen al gobierno local: asaltos a negocios y domicilios, así como a cuenta habientes afuera de los bancos, robo de automóviles y agresiones armadas.
Su compromiso es que Morelia se ubique entre las diez ciudades más seguras, o menos inseguras, como se quiera ver, en el país, al cabo de tres años. Parecer haber la disposición plena para, al menos, intentarlo. De entrada, el nombramiento de González Cussi genera más expectativas favorables que en su momento el de Suárez Bucio, dada la experiencia y el conocimiento que aquel tiene en materia de manejo de corporaciones policiacas y de diseño de estrategias contra la inseguridad.
Cierto, de lo que parece a lo que es, hay un largo trecho. Veremos si logra recorrerlo Martínez Alcázar, porque Morelia ha llegado ya a niveles intolerables de criminalidad. Por el bien de los que aquí vivimos, esperamos que así sea.
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