Una dictadura es un estado en el que todos temen a uno y uno a todos
Alberto Moravia (1907-1990) Escritor italiano
Si una elección en Michoacán parece impredecible en cuanto a sus resultados, me parece que es la del Senado.
Presumiblemente, la fórmula de la coalición de panistas y perredistas arrancaría con alguna ventaja, más por lo endeble de las candidaturas de PRI y Morena, que por la fuerza de aquella.
De hecho, los tres equipos de candidatos de las otras tantas coaliciones, parecen competir pero por determinar quiénes son los menos débiles, y es que las imposiciones y los dedazos imperaron en todos los casos, pero siempre con la constante de no palomear los mejores perfiles. Algo no fácil de entender, pero claramente así fue.
En efecto, la panista Alma Mireya González y el perredista Antonio García Conejo no son ningún dechado de fortaleza electoral, ni nada parecido, pero en el obligado contraste con los equipos armados por PRI y Morena, resultan, por una nariz, mejores candidatos, o menos peores si se quiere, lo que quizá les alcance para un apretado triunfo al final de cuentas.
La panista es una imposición, para no variar, del dueño del PAN michoacano Marko Cortés. En cualquier otra circunstancia, ella seguro sería la candidata más débil de todos, pero Cortés la metió con calzador, confiado en su “compañero” de fórmula, el perredista García Conejo, que seguro recibirá, por razones obvias, todo el impulso del aparato gubernamental estatal. Es, sin duda, la elección más importante para el gobernador Silvano Aureoles y a ello se acogió Cortés.
Los priístas parecen jugar a perder. Con un abanico potencial de perfiles mucho más sólidos, el tricolor terminó definiendo una alineación absolutamente débil, de segundo nivel, con el muy cuestionado Antonio Ixtláhuac Orihuela y Xóchitl Ruíz, que bien podría participar por el “premio” al diputado más ineficaz e improductivo de la 73 Legislatura local.
Pero Morena no se queda atrás. La gris Blanca Piña y Cristóbal Arias, político con experiencia pero al que no le ayudan su chapulineo partidista y su desactualización de la vida pública, son los candidatos morenistas, a quienes su mayor expectativa está cifrada en que Andrés Manuel López Obrador les alcance a dar algo de su sombra.
Lo que es un hecho, es que gane quien gane, Michoacán no tendrá un modelo de digna representación en la próxima Cámara Alta. Es el precio de las imposiciones y las decisiones cupulares. Si no, al tiempo. jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>
