Es necesario ser un mar para poder recibir una sucia corriente sin volverse impuro
Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844-1900) Filósofo alemán
Si el presidente López Obrador está decidido a que los legisladores voten una contra reforma electoral es, se supondría, porque el modelo vigente le es adverso, pero resulta que es todo lo contrario, tanto, que con él logró un triunfo inobjetable en 2018.
¿Y entonces, si con el sistema actual ganó y todas las encuestas le ponen a él y a quien él designe como su candidato de la 4T, como claro favorito para las elecciones del 2024, porqué su insistencia en modificarlo?
Es decir, tendría todo para hacer ganar a su candidata o candidato, ¿o “candidate”?, y en esa lógica no tendría mucho sentido que impulse una reforma a un modelo que le garantizaría un resultado favorable en el 24.
Bajo ese razonamiento, solo quedaría una hipótesis: él, un auténtico animal político, atributo que nadie puede regatearle, no tiene la certeza plena de que el resultado de esa elección le vaya a sonreír. Acaso tiene claro que su corcholata favorita, Claudia Sheimbaum, no levantará más de lo poco que ha levantado, y lo mismo advierte de su segundo en la lista, Adán Augusto López Hernández, pero que aun así los mantendrá en ese orden hasta el final. En ese escenario de debilidad, la autonomía del INE, que le garantizó a él el triunfo en el 18, podría volvérsele en contra en el 24.
Es decir, el INE garantiza el triunfo a quien lo obtenga, pero López Obrador está decidido a no correr ningún tipo de riesgo, y echará su resto para asegurarse tener un árbitro electoral que coma en su mano, uno que cargue todos los dados a la 4T para que no haya el menor resquicio ni sombra de duda de su triunfo.
En síntesis: López Obrador se valió de la autonomía y altísimo grado de eficiencia del INE para triunfar hace cuatro años. Hoy, esas características le estorban porque son riesgosas si lo que se quieren son elecciones amañadas, como las quiere el tabasqueño. Y va con todo para anularlas. Y a la pesadilla todavía le quedan 701 días. Twitter @jaimelopezmtz