Mi identidad cambió cuando me recuperé; es lo que soy ahora y me da más placer tener esta identidad que ser músico o cualquier otra cosa
Eric Clapton (1945-?) Músico británico
-Es desesperante Jaime, no hay semana que no llevemos conferencias, películas, pláticas a niños y jóvenes por todo Morelia, de colonias ricas y pobres, de escuelas oficiales y particulares; les hablamos de los daños por el consumo del alcohol, el cigarro, las drogas, y así llevamos años y años, y es desesperante porque las estadísticas advierten que las adiciones crecen sin parar-
-Bueno, pero algún niño, algún joven te habrá escuchado mi querido doctor; alguno habrá salido de las garras de las drogas al escucharte, y eso hará que haya valido la pena el esfuerzo, ¿no?-, le repliqué al doctor Sergio Rojas Bautista.
-Fíjate que sí, no son pocos, no como quisiera, pero sí han sido muchos padres de familia que me hablan agradeciendo la orientación porque sus hijos se alejaron de las adicciones; y sí, tienes razón, con un solo caso, vale la pena seguir-
Platicaba con el doctor Rojas minutos antes de iniciar la celebración del Día Moreliano sin Fumar, a mediados de marzo de este año en el patio principal del edificio del ayuntamiento. Me había invitado para dar una charla a cientos de niños y jovencitos ahí congregados.
-¿Pero yo de qué les puedo hablar?-, traté de excusarme cuando me invitó. “Todos podemos aportar algo, todos debemos aportar algo, mi querido Jaime”, refutó. Nada que seguir replicando.
Así era Sergio, pertinaz, insistente, machacaba con amigos, con funcionarios, con políticos, con empresarios, con líderes sindicales, para subirlos al tren de la lucha contra las adicciones.
Muchas puertas se le cerraban, pero no se arredraba, de alguna manera conseguía abrir otras. Dio, en dos décadas, cientos, acaso miles de conferencias; proyectó otro tanto de películas alusivas, y dio tratamiento, consulta y hasta medicinas gratis a miles de menores de edad con problemas de adicciones. No hay colonia en Morelia que no haya pisado llevando su mensaje.
Ni él ni nadie supieron seguramente cuántos niños y jóvenes morelianos le deben volver a nacer, pero no hay duda que más de uno dejó el infierno de las drogas gracias a Sergio.
Sí, con uno que haya rescatado, valió la pena. Descansa en paz, Sergio. La tuya no fue una vida en vano.
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