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sábado, julio 12, 2025

SILVANO Y SU RUTA

La oposición cuida siempre de pedir lo que está segura de no obtener, porque si lo obtuviese dejaría de ser oposición

Alphonse Karr (1808-1890) Periodista francés

 

jaimelopezSilvano Aureoles es un animal político. De eso nadie duda, ni sus detractores. En esa lógica debe dimensionarse su anuncio, reiterado en cuanta oportunidad tiene, no solo de que será el candidato presidencial del PRD, sino de que será presidente de México.

Es altamente probable que sea lo primero, pero casi imposible lo segundo. En un muy maltrecho PRD no existe figura alguna que supere al michoacano en cuanto a fuerza y posicionamiento: ningún gobernador le queda al partido, ningún senador sólido, ni siquiera algún alcalde de una ciudad relevante. Nada. El PRD no tiene mas figura que Aureoles, así que si se decide, como parece ya se decidió, el ex gobernador no tendrá muchos obstáculos en encontrar la candidatura presidencial en el 24.

Ahora bien, él tiene claro que en esa elección sus posibilidades reales se reducirían a su mínima expresión, pero es evidente que su intención sería tener un lugar en la mesa de las negociaciones entre su partido y el PAN, más la parte anti alito del PRI y eventualmente Movimiento Ciudadano, si es que finalmente la alianza opositora alcanza a llegar viva al 24. Es decir, Aureoles busca ser candidato para asegurarse un espacio en esa mesa, y por ende en la definición del candidato presidencial aliancista, amén de llevar mano en la nominación de las candidaturas al senado, de diputados federales y locales, y aún de los gobernadores en los estados donde haya ese tipo de elección.

De hecho, quien realmente busque ser candidato presidencial de cualquier partido opositor a Morena, lo único que dejará en claro es que en el fondo buscaría torpedear dicha alianza y hacer el trabajo sucio para el presidente López Obrador. La ecuación es sencilla: si hay más de un aspirante de la oposición, ésta se fragmentará e irremediablemente será arrollada por la 4T. Por eso la participación de Alejandro Moreno, líder del PRI, se ha vuelto ya imposible, dado que nadie tiene hoy dudas de que trabajará por el triunfo de Morena.

Aureoles no parece ir en ese ruta. Si insiste en ser candidato a la Presidencia es para ceder en su momento el paso a un aspirante único de la toda la oposición, o al menos de la verdadera oposición, en la que ya no entra el PRI de Alito.

Por supuesto, la misma lógica deberá prevalecer en las filas panistas, con todo y que sea el partido fuerte de la oposición. Sin una alianza de toda ella, y sin un candidato apartidista, netamente ciudadanizado, el 24 será coser y cantar para López Obrador. Al tiempo. Y a la pesadilla todavía le quedan 722 días. Twitter @jaimelopezmtz

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