Las promesas que hicieron ayer los políticos, son los impuestos de hoy
William I. Mackenzie King (1795-1862) Periodista canadiense
Ante el desastre provocado por la irresponsabilidad y la impericia con que se manejaron los lotes de vacunas Sinovac por parte del gobierno federal, la secretaria de Salud en la entidad, Diana Carpio Ríos, ha decidido aplicar muestras aleatorias a los adultos mayores michoacanos que reciban dicha vacuna, para confirmar que generaron anticuerpos, lo que significaría que el inmunológico no perdió su efectividad.
Parece una medida sensata, y obligada, ante el desastre que están generando las Brigadas Correcaminos, diseñadas por Gabriel García Hernández, el jefe de los súper delegados federales en los estados, con el objetivo de asegurarse que la aplicación de la vacuna anti covid reditúe votos para Morena en las elecciones de junio. Para ello, García, avalado por el presidente López Obrador, determinó que la vacuna no sea aplicada por el personal de Salud, ni federal ni estatal, sino por una brigada de promotores del voto morenista, soldados y los llamados servidores de la nación. Es decir, por auténticos neófitos en el tema. Y los resultados eran fácilmente previsibles: la vacunación es un absoluto desastre.
Prueba de ello, es que un lote de poco más de treinta mil vacunas chinas, marca Sinovac, llegó a Michoacán el lunes anterior, lo mismo que a algunos otros estados, y en todos los cuales la constante fue que el material llegó a temperaturas distantes de los niveles idóneos descritos por el propio fabricante. Algo tan fácil de manejar para gente experta, se volvió un desastre para las Brigadas Correcaminos.
La Secretaría de Salud estatal no está facultada para decidir sobre la suerte de esas vacunas, y la instancia federal determinó que pese a ser mal manejadas, no constituye un riesgo para quien la reciba, en este caso los adultos mayores de Ciudad Hidalgo y Lázaro Cárdenas. Era previsible que Salud federal así lo decidiera. El problema es que queda la duda si esa disposición la tomó con un sustento científico o político, para no evidenciar la negligencia de las brigadas morenistas.
Ante ello, Carpio Ríos ha decidido hacer lo que le alcanza: como la vacuna Sinovac de todos modos se aplicará en Ciudad Hidalgo y Lázaro Cárdenas, se levantarán muestras aleatorias días después entre los adultos que fueron vacunados. Ello permitirá corroborar si generaron anticuerpos, lo que demostraría que la vacuna no perdió efectividad, como lo asegura Salud federal. El riesgo no es tanto que una vacuna en mal estado produzca un problema en la salud de quien la recibe, sino que si es ineficaz no se vuelve inmune, aunque suponga lo contrario y por tanto, confiado, descuide protocolos sanitarios, lo que lo vuelve un agente altamente riesgoso de propagación del virus.
Es sensata la medida que ha anunciado Carpio, pero sería innecesaria si todo el proceso de vacunación estuviera en manos de profesionales, no de improvisados promotores del voto morenista. A eso y más, tendremos que acostumbrarnos.
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