Mejor que el hombre que sabe lo que es justo, es el hombre que ama lo justo:
Confucio (551-479) Filósofo chino
Este lunes entran en funciones los integrantes del “nuevo” Poder Judicial michoacano. Lamentablemente, lo hacen en un escenario nada halagüeño porque, al igual que los federales, entran por la puerta de atrás. Son, también, los nuevos jueces y magistrados estatales “del acordeón”.
Y es que no puede soslayarse que prácticamente todos llegan con el estigma de ser los juzgadores de la 4T, los que el oficialismo determinó y que sólo fueron “legalizados” vía una elección fraudulenta por donde se le quiera ver.
El contexto es imposible de no precisar, porque la elección michoacana del primero de junio se inscribió en una de corte nacional que obedeció a la visión dictatorial de Andrés Manuel López Obrador.
No hay razones para suponer que los nuevos juzgadores michoacanos no lleguen no solo con ese mismo estigma de los federales, sino también con su misma incompetencia e inexperiencia. Ya la nueva Corte, la “bendecida” por chamanes y brujos, dio una muestra de sus “habilidades” en la sesión inaugural, donde los ministros no tenían ni idea de protocolos y escenarios legales de su nuevo trabajo.
Es de esperarse que los jueces y magistrados estatales no caigan en los mismos yerros de sus homólogos federales, sobre todo no exijan la renuncia a todo el personal de carrera que encontrarán en sus oficinas, con el prurito absurdo de que todo está corrompido. Ese personal es el que puede hacer menos complicado el inicio de labores del nuevo poder judicial.
Pero lo más importante es saber cómo encararán el estigma de ser juzgadores doblados a Morena y al gobierno, sin independencia y sin autonomía. Eso sí parece cuesta arriba porque ellos están conscientes del fraude que les permitió llegar y de que deben el trabajo a la 4T. Y lo peor, que también saben que aquel que muestre un ápice de independencia en sus resoluciones, es seguro que le caerá la guillotina del Tribunal de Disciplina.
No hay, pues, muchos elementos para suponer razonablemente que se vienen tiempos mejores en la impartición de justicia en la entidad. Todo lo contrario: todo apunta a que se viene la noche, la peor noche de la historia judicial de Michoacán. ¡Al tiempo!
X@jaimelopezmtz
