La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema
Woody Allen (1935) Cineasta norteamericano
A México le faltan 43 mil de sus habitantes. Son 43,680 para ser precisos, y representan la cifra oficial de mexicanos muertos a consecuencia de la pandemia del Covid-19. La cifra oficial hasta el domingo por la noche…y contando, lamentablemente contando.
De que la pandemia obligadamente tenía que cobrar víctimas en México, como en el mundo entero, sin duda. Pero la interrogante es cuántas de esas 43,680 víctimas mortales podrían no haberlo sido si el gobierno y la población misma hubiéramos actuado con mayor sensibilidad, aquel, y con mayor responsabilidad, la segunda.
¿Cuántos muertos menos habría en este momento si el gobierno hubiera actuado a tiempo en cuanto a previsiones de infraestructura y equipamiento médico?, ¿cuántos muertos menos habría si no se hubiera reducido el presupuesto de Salud este año, para aplicarlo al Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía?, ¿cuántos muertos menos habría si desde un principio el gobierno hubiera adoptado medidas firmes, obligatorias, de confinamiento,salvo excepciones justificadas?, ¿cuántas muertes menos habría si el subsecretario López Gatell fuera un servidor público eficiente, honesto con la ciencia, vertical, ético, no un payaso mentiroso que baila al son que le toque su jefe el presidente, con tal de no evidenciar la ignorancia de éste?, ¿cuántas muertes menos habría si tuviéramos un presidente apegado a la ciencia y no a fanatismos religiosos, que diera la muestra del acatamiento de medidas sanitarias, en lugar de burlarse de ellas, sabiendo que sus ignorantes seguidores se tiran de cabeza si él se los pide?
Pero también, ¿cuántas muertes menos habría en este momento si, al margen de llamados de un gobierno de iletrados, los mexicanos tuviéramos la madurez para actuar responsablemente, aplicando por nuestra cuenta los protocolos sanitarios obligados para contener el crecimiento de la pandemia, es decir, si no fuéramos un país mayoritariamente de ignorantes también?
Nadie sabe por supuesto la respuesta, pero es evidente que muchos de esos 43 mil muertos fueron el resultado de esa irresponsabilidad gubernamental y, en segundo término, ciudadana. Mientras la pandemia no ceda, mientras siga creciendo alarmantemente y con ella el número de mexicanos que van perdiendo la vida, en teoría sería posible rectificar el camino, al menos para que la lista final no llegue a niveles que desde ahora dan escalofrío. ¿Tendrá la sensibilidad el gobierno de virar en su criminal forma de encarar la pandemia, que se sintetiza en simplemente no hacer nada?, ¿tendrá la madurez la ciudadanía a su vez de tomar en serio la pandemia?
Perdón, pero mucho me temo que la respuesta a ambas interrogantes es no. Al tiempo. twitter@jaimelopezmtzjaimelopezmartinez@hotmail.com