En política sucede como en las matemáticas: todo lo que no es totalmente correcto, está mal
Edward Kennedy (1932-2009) Político norteamericano
No por previsible, dejó de molestar a priístas, panistas y perredistas la resolución que tomó el Tribunal del Estado de Michoacán de no avalar su demanda de anular la elección de gobernador, que por ahora sigue favoreciendo al morenista Alfredo Ramírez Bedolla.
A decir del candidato común de esas militancias, Carlos Herrera Tello, no fue en sí la resolución contraria lo que les incomoda, sino la ausencia de argumentación para hacerlo por parte de los magistrados, es decir, la clarificación de sus razones para tomar la referida determinación.
Creo que en eso los aliancistas tienen razón: es importante que toda resolución de un tribunal colegiado, más en tratándose de cuestiones electorales, esté soportada en argumentación sólida y consistente, para eliminar el tufo de un interés ajeno al estrictamente legal. Y en este caso, por lo que se vio en la sesión del lunes por la noche, el análisis prácticamente fue nulo y la votación unánime, pero con dudas. Tal cual si todo estuviera previamente cocinado.
Y ello no significa que no haya habido razones para desechar la demanda de anulación del resultado electoral. Es probable que las pruebas presentadas en contra del triunfo de Ramírez Bedolla hayan sido endebles, incluso infundadas de plano, pero del análisis de los magistrados en la sesión pública no se concluyó nada en ese sentido, salvo que todos ellos, los cinco, ya tenían el convencimiento de respaldar el proyecto morenista, incluso antes de la votación. De haberse clarificado las razones de la determinación final, seguro hoy no habría dudas. Pero no fue así, ese es el problema.
Luego entonces, lo que se espera de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es justo lo contrario: claridad, argumentación. En el sentido que voten pero que lo hagan con tal solidez que convenza a la opinión pública. Sea en favor de Ramírez Bedolla o sea por anular la elección, que la resolución, que en esa instancia será inatacable, sea justificada, argumentada. Le servirá que así sea al morenista para darle plena legitimidad a su gobierno, y obviamente igual le serviría a Herrera, pero sobre todo, le serviría a los michoacanos y, en general, a la democracia. Es deseable que así suceda. Veremos.
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