Si no creemos en la libertad de expresión de aquellos que son adversarios, no creemos en ella en absoluto:
Noam Chomsky (1928-?) Filósofo estadounidense
Este miércoles se cumplen doce días de la condena sumaria que el estalinista TRIFE le impuso a una usuaria de X, Karla Estrella, por osar describir la forma en que llegó a San Lázaro la ahora diputada Diana Karina Barreras. Karla no dijo una mentira, pero en una tiranía, como la que ya vivimos, eso pasa a segundo término: lo realmente fundamental es poner un bozal a la sociedad para que moleste ni con el pétalo de un tuit a alguien encumbrado en el poder, sobre todo si forma parte del oficialismo. Fue el caso.
Es ocioso repetir antecedentes y contextos, porque el caso ha cobrado una notoriedad pocas veces vista en redes sociales; tanto, que la diputada Barreras, o “DATO PROTEGIDO”, originalmente la supuesta beneficiada de la desquiciante resolución del TRIFE, en el sentido de que Karla repitiera una mantra propia de una dictadura a manera de disculpa en su cuenta de X por su comentario durante treinta días seguidos, ha sacado bandera blanca en son de paz, al pedir al inquisidor tribunal que Karla deje de publicar ya sus disculpas. “Con una fue suficiente”, dijo luego de que Claudia Sheinbaum considerara un abuso la orden a la usuaria de X.
Pero Karla ha decidido seguir diario con su disculpa. Ya va en la número doce de treinta a la que está obligada. Digno de resaltar su dignidad y, hay que decirlo, su acatamiento de la instrucción de una autoridad, por absurda que sea. Solo que la diputada ya está pagando la factura por su soberbia y ha dimensionado que de supuesta víctima hoy pasó a villana. La tunda que se está llevando en redes, cada vez que Karla publica su disculpa del día, le ha obligado a pedir paz. Por el bien de la democracia y de la libertad de expresión, Karla no debe ceder. Lo más sano es cumplir su “condena” íntegramente y hasta ampliarla indefinidamente. Cada posteo suyo es en pro de la defensa de esa libertad, hoy en altísimo riesgo con la fascista 4T en el poder. Por la salud del país, Karla debe seguir martillando en el orgullo cuatroteísta, pero al mismo tiempo todos los que creemos en un régimen de libertades, tenemos la obligación de secundarla. Hoy por Karla, mañana por cualquiera. Sí, ¡todos somos Karla! X@jaimelopezmtz
