Yo sólo me siento en la mesa con un político, si paga él
Groucho Marx (1890-1977) humorista americano
Miguel Torruco tiene razón y, hay que decirlo, está tomando decisiones sensatas, y en un gobierno donde lo que hace falta es eso, sensatez, habrá que aplaudirlo.
El secretario de Turismo federal anuncia este miércoles en Morelia, que el próximo año se reanuda el programa de Pueblos Mágicos, pero sin los vicios que ha arrastrado; planteado así suena perfecto, ojalá lo logre.
Muy al estilo de la 4T, Sectur anunció desde un inicio del actual gobierno, su decisión de desmontar cuanto programa viniera del pasado, es decir, todo, operara bien o no; así, canceló desde el programa de Pueblos Mágicos hasta ProMéxico, que promovía turísticamente al país en el mundo entero, pasando por hacer el ridículo en ferias internacionales de turismo, como España y Alemania, con stand pueblerinos que lo que daban era vergüenza.
Pero Torruco ha comenzado a reaccionar favorablemente y a entrar en razón: su anuncio de que Pueblos Mágicos no desaparece, parece que así lo evidencia.
Tiene razón cuando advierte que el programa debe mejorar y quitársele algunos vicios; por ejemplo, en Michoacán dos de los Pueblos Mágicos, Jiquilpan y Cuitzeo, no tienen razón de ser incluidos en el listado, por qué ¿qué tienen de Mágicos, dicho con todo respeto para sus habitantes?
Lo que sucede es que por ejemplo en el caso de Cuitzeo, el doctor Genovevo Figueroa Zamudio, oriundo de ese lugar, aprovechó su posición como secretario de Turismo en los gobiernos de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy, para impulsar su inclusión como Pueblo Mágico; de Jiquilpan es aún peor, no hay el menor registro que argumente la razón de su incorporación en la lista, a menos que el propio Lázaro lo haya empujado por aquello de que ahí nació su abuelo y homónimo.
Ambos casos ilustran que en el programa sí ha habido mano negra, y le dan la razón a Torruco cuando denuncia “irregularidades” en ese listado.
Por eso, si reanuda los apoyos financieros a esos pueblos el próximo año, y lo hace con los candados que garanticen que no por oriundez de alguien o por cuestiones políticas se incorporan a la lista otras poblaciones, pues habrá que reconocer que Torruco se sacó un diez.
Veremos si lo logra, no vaya a ser que al rato se vea obligado a dar la etiqueta de Pueblo Mágico a Macuzpana, en Tabasco.
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