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miércoles, mayo 14, 2025

TRIBUS, EL HARA KIRI DEL PRD

jaimelopezEn política hay que sanar los males, jamás vengarlos

Napoleón Bonaparte (1769-1821) Emperador francés

Dos, sino es que sus tres décadas que lleva de existencia, necesitó el PRD para entender que dos de sus grandes males, acaso los mayores y que les llevaron a la quiebra, fueron la existencia de sus tribus, o corrientes, como a los perredistas les gusta llamarles eufemísticamente, y la falta de institucionalidad.

Ahora, cuando queda poco de su partido, los militantes deciden eliminar las tribus y darse un baño de institucionalidad. No estoy seguro que todavía les alcance para algo, pero al menos parecen decididos a hacer el esfuerzo por rescatar un navío que se encuentra en franco pique.

El PRD, ya se sabe, sólo tuvo dos dueños, o caudillos, o líderes: Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, que actuaron como dueños de la franquicia. Autoritarios y anti demócratas, como ambos son, jamás permitieron cualquier viso de institucionalidad en su estructura partidista, porque ello significaría la pérdida del control total de la misma, o al menos la obligación de compartirlo con instituciones creadas como contrapeso, como sucede en todos los partidos, con excepción, claro, ahora de Morena.

Cuando Cárdenas, por razones generacionales, y López Obrador, porque ya lo había exprimido, dejaron el partido, la militancia quedó huérfana del gran Tlatoani, al garete y a la deriva, desacostumbrada como estaba a no depender de un caudillo.

Y derivado de esa falta de institucionalidad, es que el PRD se convirtió en un partido de mini partidos, cuyos líderes encontraron que esa era la forma de garantizar el acceso a la repartición de las posiciones de poder, lo mismo a nivel nacional que en los estados donde llegó a gobernar, y aún en los municipios. Pero la lucha entre las tribus llegó a ser más atroz que la que libraban los perredistas contra otros partidos. Con alta dosis de razón, llegó por ello a acuñarse aquello de que el peor enemigo de un perredista, es otro perredista.

Hoy, tras la debacle electoral y la pérdida de la etiqueta del partido de izquierda en México, porque ésta ya la tiene en exclusiva, ya se sabe, Morena, los pocos líderes que quedan en el PRD tratan de darle por fin un sentido de institucionalidad a su maltrecha estructura, comenzando por mandar al baúl de los recuerdos a sus tribus.

Es muy probable que ya ni para eso les alcance, dado el estado de salud del paciente, que parece en franca agonía, pero también es cierto que no hay peor lucha que la que no se hace. Veremos para qué le alcanza al perredismo, que vio dilapidar el nivel que llegó a tener como la auténtica opción de izquierda en México. ¡Qué lejos se ven esos días! jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz

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