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domingo, agosto 3, 2025

UN POLÍTICO CON ESTRELLA

Solo hay una regla para todos los políticos del mundo: no digas en el poder, lo que decías en la oposición

John Galsworthy (1867-1933) Novelista inglés

 

jaimelopezDicen que en política tan importante como la preparación y la capacidad, es la “estrella”, entendida como un sinónimo de suerte. Y está claro que Alfredo Ramírez Bedolla tiene estrella, sin soslayar sus prendas profesionales como abogado.

Tan tiene estrella, que todas las circunstancias se le han acomodado en una meteórica carrera, en la que apenas hace unos pocos años era un combativo regidor. No tuvo suerte en la elección para alcalde de Morelia, pero alcanzó una curul en la actual Legislatura, en donde se encaramó como líder de la bancada morenista, pero fue zancadilleado de fea manera por Cristina Portillo, lo que paradójicamente le sirvió porque marcó una distancia con la rijosa diputada y él se posicionó como un cabildeador y buen negociador parlamentario. Intentó ser candidato a alcalde moreliano, pero el INE lo echó fuera por no presentar también informes financieros de su precampaña. Pero otra vez la suerte le sonríe.

Él no tiene responsabilidad alguna en los evidentes errores que Raúl Morón cometió, al confiar que el inepto de Mario Delgado se responsabilizara de presentar los estados financieros de su precampaña. Y de emergente ha entrado ahora como candidato a gobernador, sin haber movido un dedo para ello. Eso es estrella.

Pero además, es un hecho que aunque ingrese a la campaña a medio camino, con el resto de los contendientes ya muy avanzados en la carrera, Ramírez Bedolla se coloca de inmediato al frente, solo por portar la camiseta de Morena.

Empero, cometerá un craso yerro si supone que ya tiene la gubernatura en la bolsa. Carlos Herrera Tello ha comenzado a crecer en las encuestas y Ramírez debe tener claro que, contrario a Morón, no dispone de una ventaja tal que la elección será un mero trámite. Ramírez Bedolla irá en apretada carrera con Herrera hasta el final de la campaña.

Es un tipo serio, preparado y tiene los claroscuros de ser el candidato de Morena: un voto leal a carta cabal de sus huestes, pero una incertidumbre justificada de la mayoritaria masa de indecisos. Sus posibilidades reales dependerán de un factor único, pero complicado a más no poder: convencer a esos indecisos que como gobernador no será un López Obrador “en chiquito”, pero al mismo tiempo no hacer dudar a los fieles morenistas de su identificación con el tabasqueño. Suena complejo; lo es. Habrá que ver hasta dónde tiene Ramírez Bedolla tiene la sagacidad para lograrlo. Por lo pronto, está a un tris de la gubernatura gracias a su buena estrella. La falta el zarpazo final. Veremos.

twitter@jaimelopezmtz

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