La casa debe ser el centro pero no el límite de una mujer
Margaret Thatcher (1925-2013) Primera ministra británica
Todo un boqui flojo ha resultado el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. Sin miramiento ni rubor alguno suelta, cada vez que le preguntan, que es cosa «dos o tres meses» para que se materialice la federalización de la nómina educativa michoacana.
Miente. Él sabe que eso no es cierto, que es imposible. Más realista, el gobernador Ramírez Bedolla no se cansa por su parte de corregirle la plana al tabasqueño: no será este, si acaso el próximo año cuando se dé la federalización.
Por allá en febrero, cuando vino a ordenarle al gobierno estatal y a Morena que aseguraran una nutrida participación ciudadana en las urnas con motivo de la demagogia aquella de la revocación de mandato, el secretario de Gobernación anunció que en quince días estaría aquí la profesora que cobra como secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, para concretar la cacareada fidelización educativa. Pues pasaron no quince sino cien días y de Gómez ni sus luces, menos de la federalización.
Ahora, este sábado, en plena campaña como corcholata, López Hernández volvió a Morelia para asistir al Bedolla Fest. Ahí, volvió a mentir descaradamente a los reporteros: ya mero se da la federalización. Con la pena, pero Ramírez Bedolla tuvo que salir al quite del embuste del tabasqueño: si bien nos va, hasta el próximo año se concretará.
Y no es que sea agua fiestas, pero el gobernador sabe cómo se las gasta el gobierno de la 4T. Obviamente no puede fustigarlo abiertamente, dada su militancia, pero él sabe del populismo, el embuste y la proclividad a la mentira del gobierno federal. Por eso, para no generar expectativas infundadas, mejor aclara las cosas.
Y en una de esas, ni siquiera en el 23 se logra que la Federación se lleve la nómina educativa. En realidad, lo más probable es que el gobierno de López Obrador concluya y no se avance en ese tema. En el fondo, Ramírez Bedolla hace bien en recelar de los dos tabasqueños, los dos López, y de hecho ha comenzado a ordenar que su titular de Educación, Yarabí Ávila, formule sus líneas de acción sin contemplar para nada la posibilidad de la federalización. Es decir, que el gobernador está convencido de que en el tema educativo, deberá rascarse con sus propias uñas, porque con la Federación no contará. Si no, al tiempo.
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