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jueves, agosto 7, 2025

UNA MUJER PARA AGUILILLA

La democracia se basa en la convicción de que existen posibilidades extraordinarias en el pueblo medio

Harry E. Fosdick (1878-1969) Pastor religioso norteamericano

 

jaimelopezPor increíble que parezca, resulta que sí hay alguien que levantó la mano para dirigir el ayuntamiento de Aguililla. Se trata de una mujer: de entre el grupo de integrantes del Cabildo pertenecientes al Partido Verde, que lleva mano en esa designación, la segunda regidora, María de Jesús Montes, es quien ha aceptado el complicadísimo reto de ser designada alcaldesa de ese municipio.

El cabildeo entre los regidores del Verde se había venido complicando porque ninguno de ellos aceptaba la propuesta para suceder a César Arturo Valencia Caballero, asesinado la semana pasada. Y es fácil entender la negativa: quien sea designado alcalde, en automático se hace blanco del crimen organizado.

Pero finalmente ha sido la regidora María de Jesús Montes la única con los arrestos para encarar tal reto. Ella ha aceptado y ahora será la bancada del Verde la que la proponga al pleno del Congreso del Estado, pero se da por descontado que no habrá problema para su designación como alcaldesa sustituta. El problema no es el trámite en el Congreso, sino que alguien aceptara dirigir ese municipio.

No parece fácil que alguien sea convencido de ser alcalde de Aguililla, si es de dominio público que se trata de un municipio sin ley, disputado a sangre y fuego por dos cárteles, a cual más violento, con exiguo presupuesto, sin policías y con enormes carencias, con una población menguada porque buena parte ya huyó de la violencia, sin empleos, con problemas para que lleguen mercancías y hasta medicinas, porque uno de los bandos en pugna lo impide. Eso sí, con un cuartel militar ahí mismo en el pueblo, pero cuyos integrantes tienen la orden de no mover un dedo contra los capos, por aquello de que también éstos son parte del “pueblo bueno” y por tanto merecedores de abrazos, no de balazos.

Para ser alcalde en un lugar como Aguililla, se necesita o llevar el visto bueno de uno de los cárteles en lucha, aunque ello obviamente derivará en la oposición del grupo enemigo, o bien ser una gente honorable, decente, que no tiene el menor nexo con la criminalidad. Lamentablemente, sea cual sea la situación de la regidora Montes, es evidente que una vez que rinda protesta como alcaldesa, los chantajes, las extorsiones y las amenazas comenzarán a llegar. En todo caso, sería preferible que la regidora Montes forme parte del reducido grupo ajeno al crimen organizado, aunque el riesgo que enfrentará es exactamente el mismo. Sería lamentable que tenga vínculos con la delincuencia, porque entonces la criminalidad habrá salido triunfante, o mejor dicho, ratificado su dominio en la región.

María de Jesús Montes sabe que su vida correrá el mismo peligro que el malogrado alcalde Valencia. Esperemos que cualquier amago no se materialice. Veremos.

twitter@jaimelopezmtz

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