La política es el arte de obtener el dinero de los ricos y el voto de los pobres, con el pretexto de proteger a los unos de los otros
Anónimo
Cuando se cuestiona en lo individual a cada dirigente o alto mando de los diferentes partidos opositores a Morena, casi no hay nadie que no advierta que es urgente un frente común de todos ellos para contener el “peligroso” avance de la 4T y en particular de su cabeza, Andrés Manuel López Obrador. Empero, no hay nadie que abiertamente llame y dé pasos concretos para materializar dicho frente o alianza multipartidista, una reedición de aquel legendario Tucom, aunque ese era “todos unidos contra Madrazo”, y ahora sería “todos unidos contra Morena”.
Y llama la atención que el primero que expone abiertamente y de manera casi formal ese escenario, sea el ex presidente Vicente Fox. En efecto, de una campaña intensísima en redes sociales machacando en fustigar casi cualquier acción y anuncio de López Obrador, Fox pasó este fin de semana a la acción: dio a conocer que “ya me reuní con Calderón, con Margarita, con Alito del PRI, con el PAN, con los Chuchos del PRD, ya me reuní con todos, vamos a cabalgar de nuevo”.
Muy al estilo Fox, espetó en twitter y en reunión con panistas: “tenemos que darle en la madre a la cuarta transformación…se debe cabalgar de nuevo por todo el país, todos juntos, porque no es de un grupo, ni de una secta ni de un pastor…”
Por lo visto, Fox no se anda por las ramas y él sí, contrario a muchos otros líderes partidistas o sin partido, ha pasado de los dichos a los hechos y si, como asegura, ya entabló puentes de comunicación con priístas, panistas y perredistas, y hasta con los Calderón, de facto se erige en el jefe de la embestida contra la 4T.
Es claro que veinte años después de encaramarse al poder máximo, también como López Obrador aprovechando el descontento por la corrupción priísta, Fox no guarda el mismo respaldo ciudadano, pero no puede negarse que su perfil bronco, pragmático, echado para adelante, bien le puede valer para reverdecer laureles y concitar no sólo el apoyo de las fuerzas opositoras a la 4T, sino de una buena parte de otros sectores sociales, francamente decepcionados, cuando no alarmados por el rumbo que está tomando el país.
Fox no tiene partido, en realidad nunca lo tuvo, y eso hoy puede servirle como carta de presentación en su nueva posición de líder anti AMLO. Mal harían éste y su 4T en subestimarle: la irritación y la alarmas que ha encendido el lopez obradorismo entre la población ajena a su feligresía, son factores que pueden detonar la materialización del llamado foxista a “darle en la madre” a la 4T, porque de que hay material a pasto para ello, sin duda lo hay. Al tiempo.
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