La alternancia fecunda el suelo de la democracia
Winston Churchill (1874-1965) Político británico
Si recogemos aquella máxima de que lo que mal empieza, mal acaba, la aplicación de la vacuna anti covid puede ser un desastre. Este jueves, con bombo y platillo, el gobierno federal organizó todo un show mediático –y electoral, sin duda- para arropar la aplicación de las primeras tres mil vacunas.
Para ello, previamente había asignado citas a médicos, enfermeras, camilleros y demás integrantes del personal de salud, se supone que en un número igual al que había de vacunas. Se argumentó que con las primeras tres mil dosis, lo que se buscaba era afinar la logística del transporte, almacenamiento y aplicación de las vacunas. Hasta ahí, bien.
El problema es que en el Hospital General de la Ciudad de México, habilitado como cuartel central, al finalizar la jornada quedaron varios ciudadanos en la fila, mismos que aseguraban tener cita. Empero, recibieron la notificación de que ya no había vacunas disponibles. “Se terminaron”, informaban los guardias del nosocomio.
Prende las luces rojas, que si con un reducidísimo número de vacunas, apenas tres mil, el gobierno no fue capaz de organizar una jornada de vacunación de manera eficaz y sin mácula, no es descabellado advertir el desastre que puede significar cuando hablemos de miles o hasta millones de vacunas a aplicar. El desmantelamiento que ha realizado el gobierno del sector salud mexicano, históricamente uno de los más reconocidos por su eficacia y profesionalismo a nivel mundial, puede cobrar factura en el momento más importante. Hoy, lo alertan los especialistas, hay un sistema de salud notablemente deteriorado, conducido por políticos, no por científicos, y hay el riesgo de que ello quede en evidencia ahora, con la aplicación de la vacuna anti covid.
Cierto, cabe la posibilidad de que este primer día haya servido justamente para calibrar el proceso, corregir los yerros y depurar la logística. De haber buenos científicos y administradores al frente de Salud, no cabrían dudas de que los pequeños errores de este jueves se corregirían. Pero con Jorge Alcocer y Hugo López Gatell al frente, ninguna buena expectativa puede generarse. Y menos, con el presidente López Obrador ordenando que ninguna vacuna se aplique si no tiene un fin electoral garantizado. Cómo quisiera equivocarme, pero todo apunta a que la vacunación anti covid será un auténtico desastre en México. El problema es que ese desastre significará más y más muertes. Al tiempo. twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com
