Cuando no se elige al más animal de todos, parece que no es realmente democracia.
Albert Guinon (1823-1923) Escritor francés
El tema no es si un gobernante sale poco, mucho o nada fuera de su ámbito geográfico, si no los resultados que produzca esa actitud.
A propósito de la visita que realiza por estos días el alcalde moreliano, Alfonso Martínez, por tierras españolas, como es natural se desatan la polémica y los comentarios encontrados sobre la justificación de que el gobernante disponga del tiempo y el dinero oficiales para salir a otros lares.
Los hay quienes, como el presidente López Obrador por ejemplo, son enemigos a muerte de salir del país con carácter oficial, pero es evidente que no hay nada que justifique su postura, porque simplemente su gobierno es un desastre. Ha habido gobernantes, en cambio, que aprovechan el menor pretexto para viajar a costa del erario, pero a los que tampoco les acompañan los resultados.
La clave para evaluar cuál postura es más conveniente, insisto, radica en evaluar resultados. Ninguna de ellas es buena o mala en sí misma, es preciso medirla en función de cuál es más productiva.
Si Alfonso Martínez regresa con las manos vacías o con explicaciones vagas sobre supuestos resultados de su visita a la Madre Patria, desde luego habrá que fustigarle el gasto que fue a hacer.
Por ello, el edil moreliano deberá no solo explicar con lujo de detalle sus actividades en España, sino demostrarnos que éstas fueron productivas en relación a la problemática de la capital. En todo caso, tampoco es justo ni serio anticipar una crítica a ojos cerrados, per se, sin siquiera esperar a medir resultados de manera objetiva. Claro, tampoco es sano echar las campanas al vuelo y justificar a priori el periplo.
Veremos con qué retorna en las manos y sobre eso evaluemos si fue a gastar o a invertir el dinero de los morelianos.
twitter@jaimelopezmtz
