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Joseph Pulitzer (1847-1911) Periodista norteamericano
A contra corriente de la actitud fascistoide de su antecesor, Raúl Cárdenas Jiménez, la nueva rectora de la Universidad Michoacana, Yarabí Ávila, ha comenzado a imprimir un sello más humanista, a la par de más ceñido a la justicia, al manejo de la institución. La reinstalación del doctor y colaborador de RESPUESTA, Jorge Álvarez Banderas, así lo evidencia.
Jorge fue cesado hace veinte meses por un ardid perverso orquestado desde la Rectoría de Cárdenas Jiménez, pretextando una broma que formuló en clase con sus alumnos: les aumentaría un punto en un examen si votaban en contra de Morena. En realidad, el catedrático estaba resultando sumamente incómodo por su exigencia de que la renovación de la Dirección de la Facultad de Derecho se apegara al reglamento. Ese era el fondo de su cese ilegal e injusto.
De ese talante anti democrático fue como rector Raúl Cárdenas, porque además de Álvarez Banderas, otras varias decenas de profesores fueron dados de baja también con baladíes acusaciones.
La llegada de Yarabí Ávila supuso una esperanza de que las cosas comenzaran a cambiar al interior de la Universidad, particularmente por lo que hace a la forma tiránica que le imprimió su antecesor. Tan pronto como llegó, una de las primeras medidas que ordenó la nueva rectora fue estudiar a profundidad los varios casos de profesores y trabajadores dados de baja, para verificar, uno por uno, si la medida estaba apegada a derecho, pero también a la justicia.
Ya avanzan varios casos que eventualmente pueden desembocar en la reinstalación de la mayoría. Por lo pronto, ya procedió con Álvarez Banderas, un crítico, acucioso, preparado y profesional docente e investigador nicolaita, cuya reincorporación a las aulas sin duda produce un ambiente de distensión.
A la rectora le acompaña una fama histórica de tener una mano dura, pero dura en serio. Y sí, la tiene, pero es evidente que también sabe cuándo priorizar la justicia y la sensibilidad.
Es de esperarse que ese nuevo estilo de conducir a la llamada Casa de Hidalgo, derive en un nuevo ambiente laboral, académico y estudiantil, que buena falta le hace a la institución. Veremos.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 592 días.
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