Todas las madres quieren que sus hijos sean presidentes, pero no quieren que mientras tanto se conviertan en políticos
John F. Kennedy (1917-1963) Presidente de Estados Unidos
Sólo como un pago político, o bien para tenerlo “tranquilo” con algo qué hacer, puede entenderse la decisión del presidente López Obrador de ordenar al director del ISSSTE darle un cargo a José Manuel Míreles, uno de los fundadores de los autodefensas en la tierra caliente.
Y al director del ISSSTE lo único que se le ocurrió, dada la formación profesional de Míreles, es hacerlo subdelegado de la dependencia en Michoacán.
Y es que si bien es médico de profesión, nadie puede decir que Míreles sea una eminencia como tal ni ningún dechado de virtudes profesionales; tuvo hace algunos años la responsabilidad de fungir como jefe de Jurisdicción Sanitaria en la región de la tierra caliente y atendió mucho tiempo su consultorio en Buena Vista.
Hasta ahí su actividad médica; desde hace al menos ocho años se ha dedicado a cuestiones absolutamente ajenas, sobre todo relacionadas con la lucha armada de civiles contra el crimen organizado en la tierra caliente; estuvo en prisión y se quedó a nada de ser diputado local por Morena, vía una chicanada muy propia de ese partido, que finalmente se frustró.
Pero la lógica dice que en una responsabilidad como la Subdelegación Medica del ISSSTE, el perfil idóneo tendría que ser el de un especialista en Salud Pública o en Epidemiología, dado que, al menos en teoría, tiene la obligación de diseñar, operar y evaluar las políticas públicas en materia de atención a la salud de la población; no es un área administrativa que, siendo importante, no lo es tanto que una responsabilidad de corte médico.
Desde luego, Míreles no reúne ese perfil ideal, por lo que no puede sino augurarse una debilitamiento al ya de por sí débil sistema de atención médica del ISSSTE para la burocracia michoacana.
Míreles había enviado preocupantes señales de inestabilidad emocional en los últimos meses, pero también de preocupante acercamiento, o al menos identificación, con grupos crimínales disfrazados de autodefensas.
Acaso ello explique la decisión presidencial de darle alguna chamba en la que el siempre inquieto Míreles esté “tranquilo”; puede ser que dé resultados, pero ¿y qué culpa tienen los derechohabientes michoacanos del ISSSTE?
Pues ninguna, pero la atención a la salud no parece ser una prioridad de la 4T, y la designación del nuevo subdelegado médico del ISSSTE en la entidad, claramente lo prueba. jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>