El poder conseguido por medios culpables, nunca se ejerció en buenos propósitos
Cornelio Tácito (55-120) Político Romano
¿Y si en lugar de seguirle el juego al presidente López Obrador, nos enfocamos en las cosas realmente importantes?
¿Si en lugar de seguir enfrascados en una absurda confrontación por algo que no es sino una auténtica payasada, la revocación de su mandato y si el INE tendrá o no recursos para organizarla, o bien la realiza por su cuenta el pueblo bueno y sabio, hablamos de salud, de inseguridad, de desempleo, del barranco al que nos lleva la 4T y del país desdibujado que es hoy México?
Está claro que ante el desastre que es su gobierno, López Obrador quiere tenernos metidos en la disputa acalorada por temas estúpidos, auténtico circo en la lógica romana.
¿Porqué mejor no fustigamos que su gobierno ha anunciado que ya no renovará el contrato con las farmacéuticas para comprarle más vacunas anti covid el próximo año, lo que significa que los que alcancen vacuna de refuerzo, bien por ellos, porque el gobierno no piensa seguir gastando dinero en su compra, pese a que las normas sanitarias mundiales establecen que deberá seguirse aplicando al menos una vez por año? Es decir, no es de que nos vacunamos una vez y ya. Es continua, será cada año, menos en México, por lo visto.
¿O porqué no echamos en cara el medio millón de muertes por la pandemia, muchas de las cuales pudieron evitarse con una política pública sensible y basada en la ciencia, no en la superchería?, ¿o la quiebra de miles de negocios y la pérdida de cientos de miles de empleos igual por la ausencia de un gobierno que lanzara un salvavidas al sector en medio de la crisis sanitaria?
¿Y si analizamos mejor porqué el gobierno sigue apapachando a los cárteles y a los capos, pese a que éstos son los principales responsables de los más de cien mil asesinatos apenas en medio sexenio?, ¿o qué tal si lanzamos una mirada a la crisis humanitaria que vive México, con decenas de miles de centroamericanos reprimidos y extorsionados por las autoridades?
¿Y si nos acordamos que el litro de gasolina no cuesta diez pesos como lo prometió en campaña el ahora presidente, sino espeluznantes 22 pesos, o que alcanzamos el récord inflacionario de dos décadas, o que la corrupción no solo no se ha contenido, sino que de acuerdo con estudios internacionales, está en los peores niveles históricos?
La lista de temas a reclamar parece interminable, pero López Obrador nos tiene embobados en su especialidad: las cortinas de humo para desviarnos de la realidad, de lo verdaderamente relevante. Allá cada quien si se deja embaucar. Twitter @jaimelopezmtz