spot_img
13.5 C
Morelia
sábado, julio 19, 2025

¿Y SI VIENEN LOS MARINES?

La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás

Winston Churchill (1874-1965) Primer ministro inglés

 

jaimelopezLa información no es que haya pasado inadvertida, pero es evidente que no se ha dimensionado en su verdadero nivel de riesgo: circula ya en el Comité de Asuntos Internacionales del Congreso de Estados Unidos, una resolución que autorizaría a las fuerzas armadas de ese país a actuar «contra los responsables de traficar fentanilo o cualquier sustancia relacionada con esa droga a suelo norteamericano».

La resolución ha sido presentada por los congresistas republicanos Dan Crenshaw y Mike Waltz, que se da apenas unos días después de que el Fiscal General de EU, Merrik Garland, advirtiera que no se opondría a declarar terroristas a los cárteles de la droga, obviamente en referencia a los grupos mexicanos.

Los legisladores republicanos han venido machacando con ese tema, aunque el Fiscal Garlanf reconoció que ello acarrearía problemas diplomáticos con México. Lo mejor sería, dijo, que hubiera colaboración del gobierno mexicano.

Es claro que el gobierno del presidente López Obrador ha tratado de soslayar el amago norteamericano, pero el problema es que todo apunta a una alarma ya en el vecino país, ante el ingreso indiscriminado de fentanilo mexicano a su territorio, sustancia que mata a alrededor de cien mil ciudadanos norteamericanos cada año. De hecho, su consumo constituye ya la primera causa de muerte entre hombres de 18 y 45 años de edad. Así de dramático es el fenómeno del

fentanilo.

Para Estados Unidos se trata ya de un asunto de seguridad nacional y, contrario a México, donde se minimiza y se dan abrazos a los narcos, por aquello de que también son seres humanos, el gobierno de aquel país está decidido a tomar cartas en el asunto apelando a lo que mejor sabe hacer a lo largo de su historia: la fuerza militar en la parte del mundo donde considere que se está poniendo en riesgo su seguridad. No es una política plausible, desde luego, pero aquí no se trata de eso, sino del perfil quizá irremediable que el asunto ha tomado: una posible intervención militar en México para ir contra los cárteles a los que identifica por nombre: Jalisco Nueva Generación, Zetas, Sinaloa, Golfo, Noreste, Juárez, Tijuana, Beltrán Leyva y Familia Michoacana.

El asunto es que el Gobierno López obradorista solo puede apelar al eterno principio de la no intervención, porque no tiene ninguna autoridad moral para justificar su negativa, si ya no hay la menor sombra de duda de que no solo no los confronta, sino que con algunos de los carteles más fuertes, tiene sólidas ligas. No los combate, y se opondrá a que EU lo haga.

Solo que por más tiento diplomático que aún quiera manifestar el gobierno de Joe Biden, éste parece estar llegando al límite de la tolerancia.

Mal haríamos en México, comenzando por el presidente López Obrador, en seguir suponiendo que el Tío Sam no tendrá la osadía de mandar a su Ejército a tierras mexicanas a combatir a los narcos que le están llenando su país de fentanilo. Y en una de esas, por más grotesco que en primera instancia pudiera parecer, tampoco parece haber otra posibilidad de deshacernos de esos grupos delincuenciales, el verdadero gran flagelo de nuestro país. Está claro que aquí nunca los enfrentaremos, o si lo hacemos será sin éxito. ¿Y si EU lo hace?, ¿nos opondremos? Es pregunta para reflexionar.

Y a la pesadilla ya solo le quedan 575 días. Twitter @jaimelopezmtz

Noticias Recientes
spot_img
Noticias Relacionadas